El ministro Luis Planas ha realizado una visita a las instalaciones la sede central de la cooperativa Copiso, en Soria, que en apenas poco más de medio siglo de vida ha conseguido situarse como la empresa con mayor facturación en esta provincia.
Una de las claves de este éxito, según Planas, es la circularidad de su actividad, en la que combina el cultivo de cereales y oleaginosas, la fabricación de piensos, la explotación ganadera y el aprovechamiento de estiércoles y purines.
Planas ha recalcado la importancia y la diversidad del movimiento cooperativo en España, con más de 3.000 entidades, y un papel esencial en la dinamización del mundo rural, y ha señalado que hay cooperativas que marcan la economía y vehiculan el territorio. Uno de esos casos es Copiso, que cuenta con 1.250 socios, factura en torno a 250 millones de euros da empleo de forma directa a 146 trabajadores.
El ministro ha abordado con al consejo rector de la cooperativa la posibilidad de que esta puede llegar a alcanzar los requisitos para obtener el reconocimiento como Entidad Asociativa Prioritaria de ámbito nacional –actualmente solo tiene el reconocimiento en el ámbito autonómico-, lo que le permitiría acceder a las ayudas que concede el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación para fomentar el asociacionismo cooperativo.
La dimensión, ha asegurado el ministro, es uno de los grandes retos que tiene el movimiento cooperativo en España. Pese al elevado número de entidades existentes, y a que España es una de las principales potencias agroalimentarias de Europa, no tiene ninguna cooperativa entre las 50 mayores del continente, lo que según el ministro indica que algo no acaba de funcionar.
El ministro ha insistido en la importancia del asociacionismo para que las cooperativas agroalimentarias adquieran mayor dimensión y con ello puedan tener una posición de mayor fortaleza en sus relaciones comerciales y ganar en rentabilidad.
