La cooperativa Acor acaba de hacer público el resultado de sus ensayos de variedades de colza, tanto en secano como en regadío, si bien todas las siembras del otoño de 2018 tuvieron -por razones obvias- su riego de nascencia. Comparando los ensayos con los de la campaña anterior y teniendo en cuenta las condiciones climatológicas, este año se ha observado bastante irregularidad de resultados de unas zonas a otras, de unas parcelas a otras, destacan desde el Servicio Agronómico y de Servicios de la cooperativa.
Hasta el punto de que existen casos en los que, a pesar del menor crecimiento del cultivo, los rendimientos han sido muy positivos y de buena calidad, “incluso mejores que en años anteriores”, mientras que otros se esperaban un mejor resultado final, apuntan desde Acor. Estos últimos coinciden con zonas en los que hubo presencia de heladas primaverales que hicieron más daño de lo esperado. El informe también considera “muy significativa” la diferencia del contenido graso en algún secano.
Todas las variedades que se han publicado están recomendadas, si bien “lógicamente aquellas que sean de tres o más años de ensayos, están más contrastadas”. Esto, en cierta manera, “nos aporta algo más de seguridad a la hora de elegir la variedad pues no dejan de ser variedades al menos han tenido tres años consecutivos (en la mayoría de los casos) con buenos resultados”.
Tanto las colzas de regadío como las de secano tuvieron riegos de nascencia
La seguridad de estos ensayos está en saber que cualquier variedad que se encuentra en la lista, en condiciones normales, va a dar un buen resultado. “Luego existe la posibilidad de que otros aspectos sean los que marquen la diferencia”, matizan desde la cooperativa.
Sistema Clearfield
Desde Acor también se señala que, teniendo en cuenta que el porcentaje de variedades ensayadas con la tecnología Clearfield no es más alto, del mismo modo que existe un comportamiento diferente, en cuanto a producción y calidad, entre los distintos híbridos que no son tolerantes a las imidazolinonas (IMI), “esas diferencias se observan entre las variedades Clearfield así como en la totalidad de variedades”.
“Como ha pasado con otras tecnologías o con esta misma en otros cultivos”, con el paso de los años estas variedades van mejorando y los resultados se van equiparando con respecto a las normales. “Lo interesante de esta tecnología es la posibilidad de controlar ciertas malas hierbas que de otra manera o no existe solución, o es muy costosa. Por eso hay situaciones en las que este tipo de variedades son las más convenientes”, recalcan desde Acor.