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jueves, marzo 28, 2024
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Con BlueN de Symborg los cultivos pueden tomar del aire el 60% del nitrógeno que necesitan

Charla Informativa de Symborg a la Asociación Vallisoletana de Agricultura de Conservación

Enrique Asensio, Área Sales Manager de Symborg en Castilla y León ha ofrecido una charla informativa  sobre  el novedoso bio-fertilizante Blue-N a los miembros de la Asociación Vallisoletana de Agricultura de Conservación durante la celebración de su Junta Anual 2020.

Tal y como explicó Enrique Asensio, “BlueN, es el primer biofertilizante fijador de nitrógeno capaz de sustituir a abonos y fertilizantes químicos nitrogenados”. Este novedoso producto permite a los cultivos tomar el 60% del Nitrógeno que necesitan directamente del aire gracias a una bacteria descubierta y patentada por la compañía que se instala en las hojas y transforma el N2 en aminoácidos asimilados por las plantas.

BlueN ha sido desarrollado a partir de la cepa Methylobacterium Symbioticum SB23, descubierta y patentada por Symborg. Consigue fijar el nitrógeno en los cultivos de forma natural con una efectividad probada que permite reducir hasta el 60% de las aplicaciones convencionales de Nitrógeno.

BlueN entra en la planta a través de las hojas en estados iniciales de desarrollo y las coloniza convirtiéndolas en su hábitat. Desde ahí convierte el N2 del aire en amonio (NH4+) metabolizado directamente en aminoácido por la planta. El microorganismo es capaz de pervivir de forma prolongada y la reacción se produce de manera constante durante toda la temporada del cultivo.

Nitrógeno, cultivos y medio ambiente

El nitrógeno es el segundo macronutriente esencial para las plantas después del agua y es considerado un elemento vital imprescindible para mantener los actuales niveles productivos. Aunque es el componente más abundante en la atmósfera, no puede ser tomado directamente por los cultivos. Su presencia en el aire es en forma inerte, no reactiva, y necesita reaccionar químicamente con otras sustancias. Hasta ahora para conseguir que los cultivos asimilen el Nitrógeno se han utilizado principalmente fertilizantes químicos basados en amoniaco, óxido nitroso y nitrato, que se aplican al suelo para que entre en las plantas a través de las raíces.

Revelado de Methylobacterium Symbioticum SB23 en hoja de arroz (colonias rojas).

La utilización de este tipo de fertilizantes nitrogenados es una de las claves de la denominada Revolución Verde, que permitió multiplicar por 4 la producción mundial de cereales desde la década de los 60 hasta la actualidad. En ese mismo tiempo la cantidad de fertilizante nitrogenado empleado por la agricultura se ha multiplicado por 10.  Su uso se ha generalizado y dependiendo de cultivos puede suponer hasta un 30% de los costes de producción.

Sin embargo, la utilización masiva de fertilizantes químicos tiene consecuencias negativas para el medioambiente. Los fertilizantes nitrogenados son causantes de la degradación de los suelos, y tras filtrarse a las aguas subterráneas provocan la eutrofización de lagos, embalses y marismas. Además generan óxido nitroso, uno de los gases de efecto invernadero más perjudiciales, especialmente dañino para la capa de ozono.

5 años de investigación

Las exigencias de productividad y rentabilidad agrícola de las últimas décadas han provocado un aumento exponencial del uso de fertilizantes nitrogenados en el planeta multiplicando sus efectos adversos. La Unión Europea ha aprobado diversas directivas para promover la utilización de productos que ayuden a reducir el uso de fertilizantes contaminantes.  Así,  uno de los principales retos de Symborg era desarrollar un producto que permitiera reducir los aportes de nitrógeno realizados con abonos y fertilizantes industriales contaminantes pero sin mermar la productividad.  Tras cinco años de investigación Symborg ha desarrollado BlueN, basado en la cepa exclusiva Methylobacterium Symbioticum SB23 SB23, descubierta y patentada por la compañía.

Ensayos: menos contaminación, igual productividad

Symborg ha realizado ensayos y trabajos de campo en diversos cultivos sometidos a una reducción del 60% de su fertilización nitrogenada química habitual y tratados con BlueN; y los ha comparado con cultivos de las mismas fincas utilizadas como testigo con la fertilización química habitual y sin BlueN. Durante los estudios se ha comprobado la efectiva colonización de las hojas por parte de la bacteria Methylobacterium Symbioticum SB23 y se ha realizado un seguimiento de distintos indicadores que ayudan a valorar el estado nutricional de las plantas. Se ha medido la clorofila (mediante sensor SPAD) y se han tomado distintos índices de vegetación con drones especializados.

Se han realizado mediciones de los cambios en el contenido de clorofila A y de nitrógeno, el grado de vigor de la vegetación y su estrés hídrico. Los resultados demuestran que las plantas con reducción de fertilización química y tratadas con BlueN, no han empeorado su estado vegetativo ni su producción  y en algunos casos se han alcanzado rendimientos productivos hasta un 13% mayores.

Desafío agricultura mundial

Entre los objetivos de Symborg se encuentra el de encontrar herramientas capaces de dar respuesta al desafío mundial que supone alimentar a la creciente población del planeta y, al mismo tiempo, proteger el medio ambiente.

“El descubrimiento de BlueN es totalmente revolucionario ya que garantiza una aportación de nitrógeno efectiva y controlada a la planta reduciendo el aporte de nitrógeno industrial tanto inorgánico como orgánico hasta un 60 %, según cultivos. Hemos realizado ensayos científicos que avalan su efectividad en diversos cultivos consiguiendo reducir la fertilización nitrogenada convencional sin bajar la productividad. Hasta el momento BlueN es la única herramienta alternativa a los fertilizantes nitrogenados tradicionales que permite mantener la producción de las cosechas sin impacto medioambiental. Se trata de un producto rentable, efectivo y sostenible” asegura Enrique Asensio, Área Sales Manager de Symborg en Castilla y León.

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