En tiempos de turbulencias es cuando cobran sentido sociedades de garantía como Iberaval. Sandra Martínez, directora general adjunta y responsable de Negocio e Instituciones de la entidad, destaca que en estos meses no se ha detenido la actividad inversora, y tampoco la labor para dar respuesta a las necesidades de financiación de empresas y autónomos.
-¿Qué papel tiene Iberaval para afrontar el actual escenario?
-La labor que desempeña Iberaval es clave en periodos de incertidumbre como el actual, o el vivido en la anterior crisis, la financiera, que arrastramos entre los años 2008 y 2014. Iberaval es la sociedad de garantía líder, y la función de instituciones como la nuestra pasa por dar respuesta a las necesidades de financiación que tienen pymes, autónomos y emprendedores.
Nuestro papel, en este momento, como también hicimos durante el escenario Covid-19, no es otro que estar al lado de las empresas que tienen dificultades o tensiones de tesorería. He de decirle que, en este tiempo, el apartado inversor, por parte de muchas pymes, no se ha descuidado en absoluto.
-¿Cómo contempla la situación de las empresas?
-Desde Iberaval, hemos afirmado siempre que aquellas empresas que accedieron con un colchón financiero a la crisis del coronavirus, o a la que estamos viviendo como consecuencia del conflicto que se vive en el este de Europa y que ha tenido impacto ya en todo el mundo, están pudiendo superar de una manera más tranquila esta travesía, que en ocasiones no está siendo fácil.
Se han puesto sobre la mesa muchas ayudas por parte de las administraciones, como la Junta de Castilla y León, o la Unión Europea -nosotros contamos con sendos Instrumentos Financieros, cofinanciados con Fondos FEDER, junto al ICE-, y esto ha dado un resultado exponencial de respaldo a las empresas.
-¿Esta coyuntura ha frenado la labor de su entidad?
-Más bien al contrario. A estas alturas del 2022, Iberaval ya ha financiado el importe que facilitó a las pymes durante un año especialmente intenso para nosotros, como fue el 2020, en el que tuvimos que afrontar una recomposición de lugar por el COVID-19 y demostramos nuestra utilidad, que es lo que nos mueve.
-¿Qué fórmula han adoptado para agilizar el acceso al crédito?
-Como le decía, Iberaval cuenta con el respaldo de instituciones como la Junta de Castilla y León, el Gobierno de La Rioja o el Ayuntamiento de Madrid. Hemos trabajado intensamente, codo con codo, con ellos, para hacer llegar a las empresas las mejores condiciones posibles.
La bonificación de los costes financieros de los préstamos que respalda Iberaval constituyen un espaldarazo claro para muchos proyectos, lo que se suma a un aval que hace posible que muchos proyectos sean posibles.
-¿En qué medida se ha flexibilizado su forma de actuación?
-Durante estos dos últimos años es cierto que hemos activado múltiples palancas para acercar recursos a las pymes. Por ejemplo, al inicio de la pandemia pusimos a disposición de nuestros socios 100 millones de euros, con cargo a recursos propios, para que pudieran hacer frente a las dificultades que supuso el frenazo absoluto que vivimos.
A estas alturas, podríamos decir que la pandemia y la situación en Ucrania han frenado el crecimiento económico, y el rebote se ha visto condicionado por este último hecho. Pero Iberaval ha desplegado importantes periodos de carencia, que han supuesto un balón de oxígeno para cientos de proyectos.
-¿Y siguen creciendo en socios?
-Verá: en los últimos años hemos seguido creciendo en masa social, a una media de 200 socios por mes, lo que viene a demostrar que hemos estado al lado de las pymes en los momentos más duros, pero, sobre todo, que vamos a seguir estando con ellos.
Por otro lado, en Iberaval tenemos auditados, reconocidos y certificados los plazos de resolución de las operaciones. Este hecho, la agilidad, es algo que suelen destacar nuestros socios, al igual que el acompañamiento que brindamos a sus solicitudes.
-¿Qué posibilidades brinda al sector agrario?
-La sociedad ha percibido la relevancia del sector primario en la crisis. Se ha podido ver el valor añadido que nos aporta a todos nosotros. Sin lo que se produce en el campo, no comemos, ni los que viven en los pueblos, ni los que estamos en las ciudades…
En Iberaval llevamos muchísimos años colaborando con empresas del medio rural, que representa en torno al 30-40 por ciento de nuestra operativa financiera, siempre estamos abiertos a respaldar más iniciativas procedentes del sector agrario.
En el caso de Castilla y León, todas las provincias, todas las sedes con que contamos a lo largo y ancho del territorio, dan respaldo a un ámbito que cada vez ha tendido a una mayor especialización y profesionalización.
Nuestro papel de acompañamiento, además, resulta básico para todos los sectores, y respaldamos a todos ellos. Creo, no obstante, que el sector primario aún tiene mucho recorrido dentro de la operativa de Iberaval.
