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martes, abril 16, 2024
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La industria alimentaria fía su futuro a la alianza con el productor

León ha acogido una nueva edición de los encuentros organizados por CAMPO CyL junto a Itacyl, Vitartis y el Banco Santander

Cada rincón de Castilla y León cuenta con sus propios retos y con su fórmula para hacerles frente, y en ese proceso cooperativas e industria alimentaria tienen mucho que decir.

Ha quedado claro en la nueva edición de los Encuentros Agroprofesionales, que este miércoles se ha celebrado en León.

Soraya Mayo, de Itacyl.

Soraya Mayo, responsable de investigación de Itacyl, abogaba por “tender puentes” entre la empresa y la administración, pero siempre teniendo en cuenta que el protagonismo debe ser para el sector privado. “Las administraciones nos tenemos que poner de lado y entender las necesidades de la industria y del productor”, recalcaba.

Javier Narváez, de Acor

Javier Narváez, de Acor, defendía un modelo basado en unificar producción, transformación y comercialización, algo que supone “aprovechar al máximo la capacidad agraria”.

Para él, “en el sector azucarero el cooperativismo es muy importante” y, de hecho, “en Europa el 65-70% del azúcar se produce en cooperativas”.

Por todo ello considera que la Ley de Cooperativas “se quedó muy corta” y, aunque su texto se ha actualizado recientemente, “sigue pensando en las cooperativas pequeñas, del ámbito local, no en las grandes”.

Jesús Posadas, presidente de Acor.

El presidente de la cooperativa, Jesús Posadas, destacaba como uno de los retos de este tipo de entidad “la edad media del socio, que es muy elevada, con alejamiento progresivo de los profesionales más jóvenes”.

Además, Posadas destaca la importancia de diversificar la actividad y de “dimensionar” las explotaciones del socio para mantener unos niveles de producción adecuados.

Isidoro Torío, Opecyl.

“Que la juerga no la paguen los productores”

Isidoro Torío, de la Organización de Productores de leche de Castilla y León, Opecyl, defendía tajante: “Estamos en total desacuerdo con que la juerga la paguen los productores”.

“Si hemos visto cómo subían los inputs, no podemos permitir que la subida del precio de la leche haya sido tan limitada”, denuncia, y lamenta: “No hemos sido capaces de lograr que nos paguen la leche por encima de lo que nos cuesta producir”.

Isabel Ruiz, de La Huerta de Tera.

Isabel Ruiz, de La Huerta del Tera, recuerda que los productores de su comarca optaron por formar una empresa “porque teníamos que aglutinar a todas las personas que quisieran sumarse a la aventura”. El resultado es “que hemos contribuido a asentar población en nuestro municipio, que no llega a los cien habitantes”.

El origen del proyecto está en la propuesta de Mercadona de que cultivaran pimientos frescos directamente para ella. “Nos agrupamos unos 16 productores y hemos tenido que profesionalizarnos mucho”, recuerda. “Por eso seguimos creciendo. Hemos incrementado un 30% la producción desde que dimos los primeros pasos”.

Desde su experiencia, Ruiz reconoce que a los agricultores “muchas veces nos cuesta entender que tenemos que cambiar ciertas cosas para adecuarnos a la demanda. En el caso del pimiento, el consumidor ahora demanda un producto más pequeño y hemos debido adaptarnos”.

Carlos Gómez, de Hijolusa.

Innovar para atender la demanda

Carlos Gómez, de Hijolusa, señalaba que la compañía busca constantemente la innovación que cubra las necesidades del consumidor.

Defiende el modelo de la compañía, que ha permitido que desde hace años “nuestros proveedores de patata tengan garantizada la rentabilidad”. “Nos dicen que somos muy exigentes, pero estamos donde estamos gracias a esa exigencia de calidad”, recalca.

Hijolusa intenta tener más producto nacional durante más meses para atender la demanda. “Por eso ya trabajamos en segundas cosechas, lo que nos permite cubrir más meses del calendario”, apunta.

En su análisis del mercado, el responsable de la compañía destaca algunas prácticas que van contra la rentabilidad, como la de aquellos agricultores que plantan patatas que el mercado no demanda. “Tendrán problemas para venderla”, subraya.

Luis Alberto Nebreda, regante del Pisuerga.

“La industria nos hace ir por el buen camino”

“La industria agroalimentaria nos ha ido poniendo cotas más altas a los agricultores, y ello nos ha llevado a caminar por el buen camino”, reconoce el presidente de la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, Luis Alberto Nebreda.

Por el contrario, “las administraciones nos dan directamente tiros en el pie y no son conscientes del continuo esfuerzo que realizamos en materia de inversiones, de innovación…”, denuncia.

La consecuencia es que “no resulta justo que, después del trabajo que he desarrollado en los últimos 30 años, desde que retomé la explotación de mi padre, tenga dudas sobre si mi hijo debe seguir con el negocio”.

José Ángel Bodelón, presidente de Cofrubi.

Competitividad en el Bierzo

Una perspectiva diferente se deba desde el Bierzo. José Ángel Bodelón, presidente de la cooperativa Cofrubi, destaca que la agricultura se ha profesionalizado mucho en los últimos años.

“Tenemos problemas de crecimiento y problemas para ser competitivos”, destacaba.

En la comarca la extensión de las parcelas es demasiado pequeña, con el problema añadido de las concesiones de agua. “Ahora mismo regamos a manta porque estamos pendientes de las concesiones”, subraya.

El tercer reto para la agricultura berciana es el cambio climático. “Tenemos que ser capaces de hacer una concentración parcelaria real, una modernización de regadíos y un sistema antiheladas”, avanza.

Además, para Cofrubi la calidad está por encima de todas las cosas, de modo que “debemos ser capaces de comunicar al consumidor el valor de lo que compra”.

Mario González, de Apex.

Ganar capacidad de negociación

Mario González, director de fábrica en Aperitivos y Extrusionados, Apex, recuerda que el origen del grupo estuvo en la necesidad de agruparse para adquirir materias primas de forma más asequible.

La compañía ha ganado capacidad de negociación con sus clientes, que son toda la gran distribución.

El proveedor de la fábrica es directamente el agricultor. Le entregan la semilla y le pagan por la cantidad seca entregada, “pero con una retribución que siempre es proporcional a la calidad obtenida”, recalca.

Para que ese agricultor obtenga la calidad que requiere Apex, “trabajamos junto a él y ponemos a su disposición nuestros técnicos de campo, con servicios que incluyen, por ejemplo, el cumplimentar el cuaderno de campo”, apunta.

Víctor Lajo, de Banco Santander.

Adelantarse a las necesidades del sector

Por su parte Víctor Lajo, de Banco Santander, destaca que la entidad lleva muchos años trabajando en el mundo agro.

“Intentamos adelantarnos a las necesidades del sector, que avanza muy rápido”, recalca.

Por eso dispone de productos como el Smart Agro, que permite respaldar proyectos competitivos en el sector agroalimentario.

Del mismo modo, la cercanía del Santander al sector “se traduce en la gestión de todo tipo de ayudas, como las contenidas en los fondos europeos”, destaca.

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