Manuel y su padre, que tienen una explotación agraria en Urueña, venían gestando la idea de instalar un sistema de riego solar desde antes de la pandemia. “Nos habíamos informado y veíamos que era un proyecto rentable”, nos cuenta. Finalmente, en la primavera de este año, decidieron dar el paso y ponerlo en marcha, con la ayuda de Riegosolar, y afirman estar “muy contentos” con el resultado.
La instalación consta de 145 KW de paneles fotovoltaicos que alimentan una bomba de 100 cv sumergida y otra de impulsión para riego de 50 cv. Con ellos consiguen dar suministro a las 75 hectáreas que tienen de regadío, entre colza, trigo y remolacha.
Este año el riego solar se ha convertido en su salvavidas: “Sin la instalación fotovoltaica no hubiésemos podido regar este año, ya que debido a las limitaciones de riego no hubiésemos podido abarcar todas las hectáreas de cultivo”, comenta Manuel.
Así, durante los meses de más calor, julio y agosto, han podido regar de forma ininterrumpida hasta 11 horas diarias. “Regábamos de 9:00 h. de la mañana a 20:00 h. de la tarde sin tener que recurrir a la energía tradicional”, explica.
El ahorro económico fue lo que los llevo a tomar la decisión. En los 5 meses que llevan utilizando el riego solar han registrado un ahorro de en torno a 10.000 euros. “Le he dicho varias veces a mi padre que poner esta instalación en marcha es lo mejor que hemos hecho”, concluye Manuel.
Además, se estima que una instalación como esta se amortiza en un plazo de 6 o 7 años, pero, con las ayudas del Plan de mejora que han concedido a Manuel, podrá amortizarlas en la mitad del tiempo.
A todo ello se suma que el sistema de riego es muy sencillo para el agricultor. “Basta con pulsar un botón y ya estás regando”, señala.
Manuel y su padre destacan de trabajar con Riegosolar el trato cercano que ofrece la compañía. “Ellos se encargan de realizarte un estudio previo, elaborar el proyecto y realizar una estimación de costes, ahorros y amortizaciones”, recalca Manuel.
