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jueves, marzo 28, 2024
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Marceliano Navarro, un ‘viejo rockero’ del ovino

Con 70 años cumplidos, ‘Marce’ deja la presidencia del Comité de Ovino de Inlac. No es un adiós, puesto que seguirá luchando por el sector desde la cooperativa Cogala y desde su patria chica, Pozoantiguo

Ricardo Ortega

Cuando se trata de defender el paisaje zamorano, acuden en nuestra ayuda matrimonios indisolubles, como el que forman el vino y el queso de oveja. Bien lo sabe el agricultor y ganadero Marceliano Navarro, viejo rockero del ovino de leche, presidente desde hace 38 de la cooperativa Cogala y defensor a ultranza de su patria chica, Pozoantiguo.

Situada a un tiro de piedra de Toro, la localidad forma parte de la Tierra del Pan y por sus calles, flanqueadas por casas de adobe tapial, jugó Marce de pequeño, igual que después hicieron sus cuatro hijos.

A día de hoy su principal reto es que todos ellos sigan viviendo y trabajando en Pozoantiguo, una batalla en la que va ganando: tres de sus vástagos se dedican a la explotación familiar y el cuarto se ha puesto al frente de la bodega fundada en su día por Marce para diversificar la actividad: Mareus.

En las instalaciones, situadas en el casco urbano de la localidad, se elabora un vino carnoso, con personalidad, como corresponde a este territorio y a la variedad empleada: la tinta de Toro.

La familia dispone de siete hectáreas de viñedo propio, aunque también compra uva a viticultores de la zona. O de la próxima comarca de Rueda, para elaborar un blanco verdejo que complementa muy bien a su gama de productos.

Todos los años saca al mercado 14.000 botellas de tinto y 3.500 de verdejo, sin contar el vino que vende en ‘bag in box’, que también dispone de una importante demanda. Gran parte de la producción se vender por internet, consecuencia del cambio de hábitos que llegó con la pandemia.

Se trata de un proyecto que va creciendo poco a poco, fruto del amor por los hijos y del cariño por la comarca. “Hacemos desarrollo rural de verdad”, subraya Marce.

Rentabilidad

La forma de hacer rentable la explotación es sumar agricultura y ganadería, y por eso cultivan más de cien hectáreas de cereal y forrajes. Sus frutos se destinan a alimentar las cerca de 2.000 ovejas de leche de la explotación.

Pero para ese objetivo de la rentabilidad también hay que hablar, negociar y pelear mucho, tanto con la industria como con la distribución.

Para Marce, que a sus 70 años ya habla de jubilación, “el sector mantiene una apuesta decidida por la profesionalización y por la concentración de la producción mediante el asociacionismo”. Es el caso de la Organización de Productores de Leche de Oveja de Castilla y León, Opecyl, que realiza una negociación común de los contratos “con una industria que no siempre se pone en el lugar del productor”.

De esa organización de productores forma parte Cogala, que comercializa leche, carne y lana. “Nació para vender leche y lana pero la evolución del mercado llevó a la venta de lechazos”, recuerda.

La raza predominante es la assaf, con 30.000 cabezas de ganado y una tasa de reposición del 20%. La sociedad factura en torno a 6 millones de euros al año.

Dentro de ese proceso de jubilación, que no supone despedirse, sino arrimar el hombro desde otro lado, este ganadero acaba de dejar la presidencia del Comité de Ovino de Inlac, la interprofesional del sector.

Recientemente, se le rindió homenaje en el marco de la feria Ovinnova, en Zamora, cuando afirmó marcharse “muy tranquilo” por dejar el puesto en buenas manos: en las de su amigo y colaborador Isidoro Torío, que también preside Opecyl.

Es de suponer, y de esperar, que no se trate de un adiós sino de un hasta luego. Porque Pozoantiguo, la comarca y la provincia siguen necesitando los brazos y la energía de este histórico de la ganadería. De este defensor del paisaje, del territorio, del Desarrollo Rural con mayúsculas.

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