El ganadero de ovino lleva ya años aquejado de la escasa rentabilidad de sus explotaciones, lo que dificulta la continuidad de la actividad y, de forma especial, hace casi inviable hablar de relevo generacional. Así lo señala Jesús Sevilla, ganadero de la Montaña Palentina, quien apunta que a esa situación precaria, marcada por los precios bajos, se ha sumado ahora la crisis generada por el confinamiento.
-¿Por qué la situación del ganadero es ahora peor?
-El confinamiento nos ha perjudicado aún más porque ha llevado al cierre de la hostelería y a la ausencia total de eventos. Hay dificultad para dar salida a los lechazos y, por ello, se están llevando a cabo diferentes campañas para su consumo en los hogares, por ejemplo con distribución a domicilio.
-¿Cómo se puede recuperar el sector a medio plazo?
-Primero se necesita una concienciación de la sociedad sobre los beneficios de este sector, tanto en términos sociales como de mantenimiento de la población en pequeños núcleos rurales.
-¿Y respecto al medio ambiente?
-Evidentemente, los beneficios también son ambientales, relacionados con el pastoreo y la prevención de incendios que conlleva; y también en el ámbito ecológico, puesto que se trata de un producto de cercanía que minimiza la huella de carbono, debido a su corta distancia en transporte.
Además de todo ello, hay que considerar los valores del producto en cuanto a su calidad. Valores nutricionales y gastronómicos muy importantes.
-¿Qué papel desempeñan las administraciones en este sentido?
-El apoyo de las administraciones es necesario. Debería hacerse en promoción de valores y a través de marcas de calidad como la IGP o las denominaciones de origen, y asegurar la trazabilidad del producto a la hora de comprarlo. Además de un apoyo económico para las actividades que refuerzan estos valores ambientales de la ganadería como las que hemos mencionado, ya que la producción final es menor debido a esa falta de intensificación.
-¿Qué opinión te merece la campaña de la Diputación de Palencia #PalenciaEsLechazo ¡Consúmelo!?
-Creo que es lo que hay que hacer. Poner en valor la calidad del producto y trasladarlo a la sociedad a través de esta promoción. Es un gran acierto.
-¿Se valorará más al sector primario tras esta crisis?
-Hombre, creo que después de esta situación se valorarán muchos sectores que no contaban con ese reconocimiento. Sin el sector primario no se podría vivir; no podría haber nada más. Esta crisis nos da una visión sobre lo que puede ocurrir en situaciones de emergencia en cualquier campo, no solamente sanitario, y ello es lo que debe hacernos valorar la producción local.
-¿Entonces…?
-Debe haber una estructura de producción local, que no podemos desestimar por su importantísima función.
En España, y en el resto de Europa, tenemos una cantidad de controles de calidad que en la mayoría de países no se producen y que nos dan una mayor seguridad sobre lo que estamos consumiendo. Existe un saber hacer en los profesionales del sector.
-¿Podemos encontrar lechazo de Palencia en nuestros supermercados o comercios de cercanía?
-Sí. Además, hay muchos anuncios en redes que lo están promocionando a cargo de cooperativas, pequeñas carnicerías de barrio y otro tipo de supermercados.
-¿Funciona la venta ‘on line’ con este producto?
-Sí, me consta que sí, porque hay empresas que ya se dedicaban a ello y que, con esto, han tenido un refuerzo en sus peticiones. Se hace distribución puerta a puerta con todo lo necesario.
-¿Cuáles son los principales beneficios del impulso a nuestros ganaderos?
-Beneficios sociales en cuanto al mantenimiento de la población, algo que estamos viendo también como problema con esta crisis, debido a las aglomeraciones en ciudades. Unos beneficios económicos que, de no ser consumidos, se pierden, como es el caso del pasto. Además de un beneficios del funcionamiento de la cadena alimentaria, así como los beneficios medioambientales que ya he comentado anteriormente (prevención de incendios, mantenimiento de las razas autóctonas…) y los conocidos valores nutricionales y gastronómicos.
