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viernes, abril 19, 2024
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El trigo tira hacia arriba de una cosecha muy irregular según las zonas

Los trigales han resultado mejor parados que las cebadas de los calores de mayo. La producción es similar a la del año pasado, con diferencias sensibles entre las distintas comarcas. La siega está prácticamente concluida, excepto en alguna parcela del norte
Las sensaciones van por barrios. Con la práctica totalidad del grano de la región ya a buen recaudo (apenas quedan por segar algunos trigos de la parte más septentrional de la comunidad) todo apunta a que la cosecha será similar a la de 2014. Para unos un poco mejor y para otros algo peor.

Los datos oficiales facilitados por la Junta hablan de una producción superior en un 2% respecto a la anterior campaña, para recoger 5,4 millones de toneladas. La superficie total sembrada ha sido de 1,8 millones de hectáreas, con más terreno dedicado al trigo que a la cebada.

Por el contrario, el especialista del departamento de Cereales de Grupo AN Roberto Martín estima a partir de los datos que manejan que el 2% será a la baja. Pone la media de producción en Castilla y León en 4.000 kilos por hectárea. Martín destaca que la calidad del trigo es buena, con más proteínas, debido a que las lluvias de finales de mayo y comienzos de junio le permitieron cierta recuperación en las zonas más frescas del norte.

La comarca vallisoletana de Medina de Rioseco ha sido una de las más perjudicadas por los calores y la escasez de lluvias en mayo. La media en trigos ha sido de 1.500 kilos. En Palencia los números son similares a los del año pasado, aunque la cebada ha tenido menos peso específico del deseado.

El experto de Grupo AN señala también la tendencia bajista de precios por la falta de demanda motivada, según explica, por las ventas a pie de era, a los transformadores sin precio cerrado, y a la caída del valor del maíz en Francia. Así, el diferencial entre cebada, trigo, y maíz ronda los diez euros de un cultivo a otro.

El responsable de Cultivos de Bernabé Campal, José Antonio Marcos, confirma que la cosecha ha sido irregular en Salamanca según las zonas. Los agricultores han respirado aliviados al constatar que las negras previsiones no se cumplían en el que Marcos describe como “un año normal”. Las medias, entre 3.000 y 3.800 kilos.

Podía haber sido mucho mejor. En abril había agua de sobra, pero mayo se la bebió toda. Algunos llegaron a pensar que ni siquiera cosechaban. Al final no ha sido tan malo.

En León tampoco ha pintado mal del todo. Puede que incluso mejor que en 2014, aunque con pesos específicos bajos en el secano, tal como ratifica Luis de Juan, técnico de Lesa. El trigo ha dado entre 2.500 y 3.000 kilos de media en los terrenos de municipios leoneses como El Burgo Ranero y Mayorga.

La cebada ha sido más irregular. Por ejemplo, menos productivas en Castrogonzalo, y mejor que el año pasado en Valderas, donde fue catastrófico. Como tónica general, la producción ha alcanzado la de la comarcalización por zonas de la PAC, superándola en algunos casos, como recalca De Juan. La menor afección de las plagas se ha dejado notar.

En algunas partes de Burgos están desolados. Miguel Alonso, gerente de Bureba Ebro, ve el panorama “negro”. Calcula la merma de grano en un 40% respecto a las cosechas habituales. Hasta un 50% en algunas cebadas. Y apenas queda margen para la recuperación una vez que no quedan fincas que cosechar, solo algunas en el Valle de Losa. En la Bureba, Belorado Miranda y Tobalina está ya rematada la faena.

En el oeste de la provincia, en el territorio que controla Odarpi, la irregularidad manda. En la zona de Melgar de Fernamental las medias en cebadas son de 3.000 kilos, y 3.500 para el trigo. Por Castrojeriz están en 2.800 y 3.200 respectivamente (similares a las producciones de la vecina Astudillo, en Palencia), mientras que hacia Sotresgudo y en el entorno de la capital suben a 3.300 y 3.800 kilos por hectárea. Donde los rendimientos son más bajos también la calidad empeora, según confirma el gerente de Odarpi, Cecilio Santiago.

Estos datos suponen una reducción del 10% sobre la cosecha del año precedente, que llevó 4.000 kilos por hectárea a los remolques. El agua caída en junio apenas sirvió para aliviar la sequía en los terrenos más frescos.

Remolacha en reposo

Las altas temperaturas registradas en las últimas semanas han hecho que el cultivo de la remolacha llegue al mes de agosto con algo de incertidumbre respecto a su evolución. Si hace un mes las plantas estaban sanas y venían con el ciclo algo adelantado, el calor ha pasado factura y ha detenido el metabolismo de la planta, lo que ha interrumpido el proceso de acumulación de azúcar en la raíz. Esto podría llegar a deparar una menor polarización de la idónea.

La sanidad del cultivo es buena aunque, dado que el calor ha obligado a multiplicar los riegos, se debe estar atento ante la posible presencia de hongos. Por lo general los agricultores no aplican los mismos tratamientos preventivos que se empleaban hace una década, sobre todo en relación con los fungicidas, puesto que la remolacha ya no da los márgenes que daba entonces. Así, el agricultor consulta con el departamento técnico correspondiente y realiza la aplicación cuando surge el problema, pero no antes. También hay que estar alerta ante la posible presencia de insectos, como el pulgón o el lixus.

Castilla y León cuenta en esta campaña con 25.464 hectáreas de remolacha, lo que supone 893 menos. El descenso es poco importante si tenemos en cuenta que ACOR ha debido reducir mucho para compensar el exceso del año pasado.

El maíz, bien

Si solo dependiera del estado actual, la cosecha de maíz sería de las buenas. En Salamanca lleva entre 15 y 20 días de adelanto. Ya ha espigado y está en pleno proceso de fecundación. Las previsiones del experto de Campal son que si no hay problemas se podrá cosechar en octubre con buenos resultados.

Según la percepción de Luis de Juan, el maíz leonés ha tomado de ocho a doce días de ventaja. Nació como debía y la floración ha sido progresiva según las fechas de siembra. Todo apunta a una buena producción.

Girasol dañado por granizo

En tierras charras el girasol fue uno de los grandes beneficiados de las tormentas de junio. Presenta buen aspecto, igualado tras una nascencia perfecta, aunque ahora le vendría bien un poco de agua. En la zona burgalesa de Odarpi hay mucho girasol sembrado. Nació bien y la implantación es perfecta, pero ya reclama una lluvia que en caso de retrasarse mermará la producción de pipa.

Desde Bureba Ebro señalan, otra vez, que el cultivo está muy desigual. En las parcelas en las que germinó toda la semilla al mismo tiempo tiene un gran aspecto. Pero también hay tierras en las que ha salido en tres veces. Además, una intensa granizada ha dejado parcelas muy afectadas en Masa y entre Poza de la Sal y Briviesca.

El viñedo, con ventaja

El estado es bueno para el viñedo con carácter general, con reservas de agua adecuadas allí donde llovió durante el mes de junio. Como en otros cultivos, las plantas venían con el ciclo adelantado este año, aunque han frenado su desarrollo por las altas temperaturas, como destaca Agustín Alonso, director técnico del Consejo Regulador de la DO Ribera del Duero. En la comarca “la uva está bien y habrá que ver cómo evoluciona a partir de ahora”. Será fundamental que se cumplan las previsiones de un agosto algo más fresco de lo que ha sido el mes de julio.

Por el momento la sanidad es muy buena a pesar de las lluvias de junio, ya que las temperaturas superiores a los 28 grados inactivan los hongos.

En Cigales el viñedo está con 20 días de adelanto, según indica la directora técnica de la DO, Águeda del Val. La uva está sana. La vendimia para los rosados podría comenzar a primeros de septiembre, para una producción total de 9 millones de kilos de uva.

La sanidad es “perfecta” en la DO Rueda, tal como señalan desde el Consejo Regulador. Aquí también el calor y la falta de humedad ha mantenido a raya las enfermedades. La producción por parcela será similar a la del año pasado, con uva de “muy buena calidad”. La cosecha se generalizará a partir de la primera semana de septiembre con las cepas de sauvignon.

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