Cada vez son más las cuadrillas que pueden verse por Toro y El Carpio (Valladolid) recogiendo patata a mano. Emiliano Marcos, de Intersur, señala que la patata que se arranca en esas zonas (variedades como ambra o colomba) son “de muy buena calidad”. Los rendimientos por hectárea son desiguales, aunque en general inferiores a los del año pasado.
La patata se ha pagado en la zona entre los 47 y los 50 céntimos, según Marcos, aunque aún es pronto para saber cómo se pagarán la semana que viene. “Los operadores deben tratar con sus clientes antes de poder ofrecer un precio al agricultor”, recuerda.
En la comarca de El Carpio el agricultor y comprador de patata Toño Luengo abre el abanico entre los 40 y los 45 céntimos para las variedades de lavado. La calidad está siendo “muy buena” en su opinión, si bien los rendimientos por hectárea varían mucho. “Hay que tener en cuenta que se corta el ciclo de la planta para poder arrancar”, recalca.
Lo que está claro es que el precio que recibe el agricultor tiene mucho que ver con lo que se está pagando en Albacete, donde la campaña se ha generalizado, En Villena se está pagando desde los 42-43 céntimos hasta los 50, en el caso de las patatas de más calidad. Como apunta Marco Martín, de Pamaral Patata, los precios no deberían bajar de ahí en Castilla y León, “ya que las primeras producciones están siendo algo cortas y existe demanda”.
Quien no ha arrancado todavía es Juan Jesús Valero, de Donhierro (Segovia), que no lo hará hasta el 20 de agosto. Ha puesto 15 hectáreas de patata y recogerá en cuatro veces, tantas como variedades ha plantado: ágata, soprano, monalisa y, este año, también agria, que espera recoger en octubre.
El cultivo tiene buen aspecto, aunque “hasta que pasa el secretario del obispo no acaba la procesión”, advierte. En su entorno se ofrecen precios en torno a los 47 céntimos.
