Desde la cooperativa Cosidel, en el burgalés Valle de Losa, Javier Fernández Suances señala que la patata de siembra ya está arrancada y almacenada, en pleno proceso de calibrado, de modo que la comercialización “va a empezar a muy corto plazo”. Las expectativas son buenas para el sector, ya que ha sido un buen año de patata “y el nivel de consumo de este producto está en niveles adecuados”.
En su opinión cabe prever un ligero aumento de la superficie de siembra también en función de la situación de otros cultivos, como el cereal, “marcado por unos precios aún muy bajos”.
La patata no ha tenido las mismas dificultades a la hora de sembrar en el norte de Burgos que en otras zonas productoras. Los calores llegaron cuando el cultivo ya estaba desarrollado, con lo que no se vio afectada la tuberización, lo que ha contribuido a que el año se haya desarrollado sin contratiempos. Las plantas y sus tubérculos no han tenido problemas sanitarios y la patata de siembra que está a punto de salir al mercado se encuentra “en muy buenas condiciones”, según Fernández Suances.
