Hace quince días que el agricultor inició el arranque de la patata temprana de Castilla y León, con producciones bajas por el agua y frío de meses atrás, pero con buena calidad. Y, muy importante, buenos precios. Para lavado, las mejores blancas se están pagando a 25 céntimos. Lo llamativo es que este año las rojas de carne blanca se pagan ahora a 35 céntimos.
“Si se mantuvieran los precios en lavado no estaría mal… De momento, la campaña va bien”, confirma Marco Martín, presidente de Asopocyl. “El arranque está siendo muy interesante. Mejor de lo que esperábamos”, abunda Eduardo Arroyo, presidente de Appacyl.
Adelantado dos semanas respecto a las fechas habituales, el arranque es pausado todavía en zonas como Salamanca, Toro y Medina del Campo, que previsiblemente tomará más velocidad a partir de la próxima semana.
El calor de julio ha frenado las afecciones por hongos. Así, la mema en producción se compensa con buena calidad y pieles finas. No hay problemas significativos con alternaria ni mildiu.
La reducción de negocio en el canal Horeca supone que haya más venta en supermercados, de manera que tienen más salida las patatas lavadas para el consumo doméstico que las que van en sacos. Se están sacando sobre todo colomba, ágata, ambra, monalisa y algunas rojas.
La mirada está puesta también en qué sucederá a mediados de agosto, cuando entren en la comercialización otras variedades y mayor volumen. La presión francesa será menor, ya que la sequía en este país se verá reducida, según apunta Arroyo. Por su parte, Martín advierte de que hay incertidumbre por el temor a que la covid-19 motive nuevos confinamientos, que pueden reducir otra vez el consumo de tubérculo.
