El Parador de Tordesillas ha acogido la jornada organizada por CAMPO y la Diputación de Valladolid. Ha contado con la participación del presidente de la institución provincial, Conrado Íscar, y del consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero
María Álvarez
Cerca de 300 agricultores han participado en un fructífero debate que ha ofrecido una mirada técnica, agronómica y jurídica a una forma de trabajo clave para el sector agrícola regional. El Parador de Tordesillas ha acogido este viernes el I Congreso de Regadíos de aguas subterráneas, organizado por CAMPO y la Diputación de Valladolid, con el patrocinio de Caja Rural de Zamora.
El encuentro ha servido para analizar el futuro Plan Hidrológico Nacional, además del nuevo escenario que abre la proliferación de comunidades de usuarios de aguas subterráneas, las CUAS. Asimismo, ha destacado la necesidad de poner orden en un sector sometido a múltiples amenazas, pero sobre todo ha servido para poner de manifiesto una idea central: los compromisos ambientales no pueden frenar la actividad agraria, que es la principal herramienta de desarrollo rural.
El alcalde de Tordesillas, Miguel Ángel Oliveira; el director de Campo, Máximo Gómez, y el director de comunicación de Caja Rural de Zamora, Narciso Prieto, han sido los encargados de dar la bienvenida a los asistentes del Congreso.
Problemática en el regadío de aguas subterráneas
La jornada ha arrancado con un interesante debate sobre las infracciones y sanciones en el riego de aguas subterráneas y las consecuencias que han tenido los juicios celebrados hasta la fecha, en muchos casos con numerosos recursos.
Javier Villamayor, ingeniero agrónomo de Agroconsultores, ha explicado las consultas frecuentes que llegan cada día a las oficinas de la consultora y que están relacionadas con las sanciones impuestas, las cesiones de riego y las nuevas concesiones.
Por su parte, David Pérez, abogado de Agroconsultores, ha desgranado cómo es proceso sancionador por el incorrecto uso del agua y cuáles son los resultados que se han obtenido en la presentación de alegaciones y recursos. En este sentido, ha destaco que el “Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León reconoce el derecho privado como motivo para quitar la sanción”.
Optimización energética y de uso del agua
Las sanciones no son el único aspecto que preocupa al agricultor, también los son cuestiones como el aumento de los costes de producción, provocados principalmente por el aumento del uso de la energía. En este sentido, “la modernización de las explotaciones es clave. En las modernizadas, el precio energético supone entre un 20-30 % de los costes; en las no modernizadas estos costes ascienden hasta el 70%”, ha explicado Miguel Ángel García, técnico del ITACYL.
En cuanto al uso del agua, García señala como solución que “es necesario que se realice una planificación de la gestión integral de los recursos, incrementando las disponibilidades de recurso y garantizando la satisfacción de las demandas en armonía con el medio ambiente”.
En este sentido, la fotovoltaica se ofrece como una solución de optimización energética. “La fotovoltaica es la respuesta porque te permite regar cuando no está permitido hacerlo con la energía convencional.” Entre sus beneficios destaca que, en una situación energética tan incierta como la actual, puedes prever el gasto que tendrás en los próximos años.
Por su parte, Urbano Sanz, jefe de área de Régimen de Usuarios de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), ha analizado el largo proceso de constitución de comunidades de usuarios de aguas subterráneas (CUAS) y cuál será su papel en la ordenación del sector y en una gestión ordenada y sostenible de un recurso escaso como es el agua. Actualmente, “el 20 % de los usuarios de explotaciones está agrupándose para gestionar el uso del agua”, ha explicado.
Sanz ha participado, a continuación, en una fructífera mesa debate junto al presidente de la CUAS de Cantalpino, Jesús González; el representante de CUAS, Adrián Jiménez; el abogado, Raúl Díez, y el ingeniero agrónomo, Álvaro Gallardo.
Plan Hidrológico 2022-2027
Este encuentro ha tenido lugar en pleno proceso de consulta pública del Borrador del Plan Hidrológico del Duero 2022-2027, que afronta el reto del cambio climático y tiene entre sus objetivos la recuperación ambiental de las masas de agua.
El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, y el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, se han referido en sus intervenciones a las alegaciones que han realizado ambas instituciones a dicho Plan.
Aún no teniendo competencias en este ámbito, “desde la Diputación trabajamos en defensa de nuestros agricultores. Por eso decidimos apostar, junto a CAMPO, por este Congreso de Regadíos.” señalaba Conrado Íscar.
La Diputación también está trabajando para mejorar elPlan Hidrológico 2022-2027. A través de grupos de trabajo, ha presentado sus alegaciones. “Es imprescindible que se reconsideren, entre otras cuestiones el capítulo de inversiones”, señalaba el presidente.
En la defensa de la agricultura, la coordinación de las instituciones es clave. En esta línea, la Diputación de Valladolid ha tendido la mano a la Consejería para trabajar codo con codo para que dicho plan refleje las necesidades del sector.
Por su parte, Jesús Julio Carnero ha destacado la importancia de este tipo de regadíos para la Comunidad, que supone el 30% de la superficie regable de Castilla y León. En este sentido, “necesitamos mantener el regadío que se produce a través de las aguas subterráneas”, ha señalado.
Desde la Consejería también trabajan en la mejora del borrador del Plan Hidrológico. Desde la institución consideran que en su elaboración no se ha tenido en cuenta el reto demográfico. “¿Para qué queremos el agua si no hay personas en el mundo rural en torno al agua?”, se pregunta en consejero.
A su juicio, el Plan debe atender al debido “equilibrio en el uso del agua entre la sostenibilidad económica y social”.
“Tenemos que ser más rápidos en la capacidad de regulación del Órbigo; en el Carrión, realizar una mayor dotación presupuestaria. También se tiene que acometer la capacidad de regulación del Cega, de la presa de Santa Teresa y de las balsas de Tordesillas. Todo ello para aumentar la capacidad de regulación global de la cuenca y para poder seguir regando los terrenos actuales”, ha concluido.
Para contextualizar el contenido del debate, desde la Confederación Hidrográfica del Duero, Ángel Jesús Ortiz, jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica, se han explicado las novedades que incluye dicho Plan.
“Estamos haciendo una explotación de las aguas subterráneas superior a la regeneración natural”, señalaba Ortiz. Este plan incluye un mayor número de limitaciones en las zonas consideradas de mala calidad, y que suponen una gran parte del territorio de la Comunidad. “El objetivo del Plan es que el 99 % de las aguas superficiales y el 79 % de las subterráneas retornen a buen estado en 2027”, concluía el representante de la CHD.
Para los agricultores, es vital enfrentar los múltiples retos que suponen el presente y el futuro de regadíos con aguas subterráneas en Castilla y León. Como así se ha mostrado en el debate que ha congregado a los agricultores, Borja Vara y Diego Hernández; el jefe de la Oficina de Planificación Hidrológica de la CHD, Ángel Jesús González; Rafael Hernández, del ITACYL y el presidente de la Asociación de Regantes de Aguas Subterráneas de Castilla y León, Armando Caballero.
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