La Escuela de Ingeniería Agrícola y Agroambiental de Valladolid, INEA, de la Universidad Pontificia Comillas ha recibido a los nuevos estudiantes de 1º del Grado en Ingeniería Agrícola y Agroambiental, presencial y semipresencial, en total son 60 matriculados. Destaca este año la elevada matriculación de mujeres en las aulas, un 40%, lo que demuestra la vocación de las jóvenes por incorporarse al mundo laboral vinculado al sector agrario.
El curso 2022-2023 comienza con mucha ilusión puesto que se trata del primero post-pandemia, ya alejado de las restricciones sociales.
El perfil del alumnado es homogéneo por los buenos expedientes académicos que aportan y porque son conscientes del futuro profesional asegurado con la carrera que comienzan, gracias a la diversidad de trabajos a los que podrán concurrir.
Los recién llegados, en su mayoría, proceden de Valladolid capital y provincia –Medina del Campo, La Seca, Serrada, Montes Torozos, Ataquines, Portillo, Peñafiel- aunque hay estudiantes procedentes de otras comunidades -Andalucía y Castilla-La Mancha- y de otros países, como Argentina, México y Marruecos.
El director de la Escuela, Félix Revilla, compartió con los futuros grados las expectativas profesionales y personales que se pueden lograr con unos estudios necesarios para aportar a la sociedad soluciones sostenibles a un mundo que se juega mucho: “Vuestra tarea será aplicar la ciencia para satisfacer necesidades concretas”, argumentaba en su charla. Todo ello sin olvidar que las relaciones personales dentro y fuera de la Escuela tejen el futuro como persona y como profesional.
