Europa tiene stock suficiente, con una mercancía que empezaba a fluir y una industria bien abastecida. Pero seguimos pendientes del Mar Negro
La crisis entre Rusia y Ucrania ha venido a desestabilizar los mercados de gas y materias primas, después de varias semanas de tranquilidad. La amenaza de un conflicto bélico se ha traducido en un incremento de la volatilidad, sobre todo en los mercados de futuros.
En España los mercados físicos no han registrado alteraciones, pese a la lógica preocupación.
El 14% del trigo y el maíz del mundo procede de Ucrania, con lo que una interrupción del flujo comercial repercutiría de forma severa en los precios. Del país eslavo provienen, además, 7 millones de toneladas de aceite vegetal, de ahí que lo que suceda en esta parte del globo tenga mucha importancia, también, para el mercado del petróleo.
El ‘rally’ al alza registrado en los mercados es reversible y todas las pantallas podrían ponerse en rojo en caso de un acuerdo que aleje la amenaza de guerra.
Novedades en el mercado de la proteína. El dólar se fortalece, mientras los precios altos del petróleo hacen que los aceites se encarezcan, lo que lleva a destinar más soja a la molturación, con un incremento de la demanda y el consiguiente incremento de precios.
