La producción de leche de oveja de Castilla y León está mayoritariamente en manos de las cooperativas agroalimentarias de la región, que comercializan en torno al 80% de su producción total. Un sector fundamental para la economía rural, que genera puestos de trabajo, fija población y crea riqueza en los pueblos.
Hablamos de un sector con escasa o nula rentabilidad, que trabaja de lunes a domingo y de enero a diciembre, y en el que no se diferencian los días laborables de los festivos. Un sector que necesita ser recompensado por su esfuerzo y preparación en temas de sanidad, manejo, alimentación y tecnología. Debe obtener algún beneficio de todas las exigencias a los que se somete en materias de medio ambiente, salud pública, bienestar animal…
La situación por la que este sector está atravesando es insostenible, debido al fuerte incremento de los costes de producción de sus explotaciones, en las materias primas para la alimentación animal, la subida de los costes energéticos o de la escasa mano de obra disponible. Todo ello le está conduciendo a una situación de desasosiego, inseguridad y vulnerabilidad, y a tener márgenes negativos que hacen peligrar su continuidad y el necesario relevo generacional.
A todo ello se une la incertidumbre sobre los precios de la leche, que como es lógico, y tal y como dispone la Ley de la cadena alimentaria, deben ser superiores al total de costes asumidos por el productor o a sus costes efectivos de producción.
Desde Urcacyl se exige rentabilidad para el ovino de leche, el cumplimiento de la Ley de la Cadena Alimentaria y el que las industrias en sus compras cubran los costes de producción de los ganaderos a los que se añada un margen justo. Esto también es exigible a la distribución, de forma que cada escalón de la cadena de valor soporte el incremento de costes correspondientes hasta llegar a los lineales; ya que de otra manera los ganaderos están condenados a la desaparición y al cierre de sus explotaciones.
Nuestros socios solamente están pidiendo lo que les corresponde, unos precios justos con los que cubrir, al menos, los costes de producción. Ésta es su lucha, y desde Urcacyl, en representación de las cooperativas ganaderas, “debemos poner todos los medios a nuestra disposición para visibilizar esta gravísima e inexplicable situación”.
