La organización agraria Asaja ha recibido el compromiso verbal de la consejería de Agricultura de publicar el Proyecto de Reordenación Parcelaria de la concentración de los Oteros, a lo largo del próximo mes de septiembre.
En esta fase, el propietario de las tierras conocerá ya, con carácter provisional, dónde se le van a entregar las fincas de reemplazo, y se abre un periodo para formular alegaciones. El compromiso se extiende también a la fase del Acuerdo de Concentración y la entrega provisional de las fincas de reemplazo, que sería en otoño de 2023 con el inicio de la campaña agrícola 2023-2024.
Asaja solicitará la convocatoria de una reunión del Consejo Agrario Provincial para el mes de septiembre, la segunda del año, donde espera se oficialice esta declaración de intenciones. Si no fuera así, el mismo día de la celebración del Consejo Asaja convocaría, con fecha concreta, una tractorada de protesta en la cabecera de comarca, Valencia de Don Juan.
La reconcentración parcelaria de Los Oteros es el mayor proyecto de reordenación de la propiedad rústica que lleva a cabo en la actualidad la Junta de Castilla y León, sin superar el hito que supuso en su día reconcentrar la zona regable de Payuelos, también en la provincia de León.
Asaja ha sido impulsora y firme defensora de este proyecto iniciado hace una década, que pone en valor la mejor zona de agricultura de secano de la provincia de León, reordenando la propiedad que ya se había concentrado en la década de los años 60, a la vez que se reordenan parajes que por sus circunstancias singulares nunca habían formado parte de este proceso. Afecta a 33.562 hectáreas de cultivo de 13 ayuntamientos leoneses y uno vallisoletano.
Asaja considera que no pueden admitirse más demoras en un proyecto vital para el impulso agrario de la comarca, y que hay que dar certidumbre a los agricultores para planificar su estrategia de siembras. El hecho de estar pendientes del cambio de ubicación de las parcelas está reduciendo las siembra de cultivos de permanencia de más de un año, como lo es la alfalfa, está haciendo que no se efectúen mejoras en las parcelas con abono natural, y que no se apliquen enmiendas en terrenos que lo necesitan. En definitiva, consecuencia de todo ello, se está reduciendo la productividad de las explotaciones.
