Los arranques de patata se van generalizando en Castilla y León. A las zonas productoras de Salamanca y el sur de Valladolid se les han sumado localidades como Toro (Zamora) y Laguna de Duero (Valladolid).
A pesar de una menor superficie de cultivo y de las dudas existentes sobre la demanda de patata para este verano, los precios van aguantando y el agricultor está recibiendo entre 20 y 25 céntimos por kilo en las variedades para lavado, según Marco Martín, presidente de la asociación de operadores Asopocyl.
Las claves a partir de ahora estarán en que la campaña avance sin solapamientos y en que el consumidor responda. La semana pasada, el consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, llamó a los ciudadanos a consumir patata de Castilla y León, “muy superior en calidad y sanidad”, y celebró los avances en la creación de una figura de calidad específica: la Marca de Garantía Patata de Castilla y León.
En el mismo acto, la presidenta de la Interprofesional, Yolanda Medina, destacó la buena posición este año de variedades como la Agria, que contrapuso a la situación de variedades para saco, “que son las que tienen peores precios al haber atasco en otras zonas productoras”.
