La campaña de la patata está fuertemente marcada por la escasez de agua y la subida de los costes de producción, motivo principal de la reducción de hectáreas sembradas en toda España. En Castilla y León se estima que esta reducción alcance el 5%.
Reducción que agudiza la tendencia a la baja en el número de hectáreas destinadas a este cultivo en España en los últimos 20 años. Una bajada que, a regañadientes, se compensa con unos mejores resultados en cuestión de rendimientos gracias a la mejora en las técnicas agrícolas, según datos del Ministerio de Agricultura Pesca y Alimentación.
En la actual campaña, no parece posible que la reducción de hectáreas vaya a poder ser compensada con unos rendimientos altos, ya que, por lo que hemos comprobado hasta la fecha en el resto de regiones de España, los resultados en cuanto al volumen de las producciones no está siendo el esperado.
Cartagena y Andalucía comenzaron con retraso las recolecciones, pero ahora que están en plena campaña. En Cartagena se han producido grandes daños en los cultivos por culpa de las intensas y continuadas lluvias de marzo y abril, provocando una merma considerable en las producciones y en las calidades.
En cambio, en Sevilla, en general encontramos mejor calidad pero también una merma en cuanto a rendimiento. En este caso, consecuencia de la escasez de agua durante gran parte del desarrollo del cultivo.
Todavía es pronto para predecir cómo se desarrollará la campaña actual de Castilla y León, pero las previsiones son buenas. La información de la que disponemos indica que las siembras se han llevado a cabo en buenas condiciones y de manera continuada. Otro factor a tener en cuenta este año es la calidad de las semillas, tanto nacionales como de importación.
Principales amenazas
Es conveniente repasar las recomendaciones y las amenazas habituales de este cultivo para controlar su correcto desarrollo. Hay que tener en cuenta que el éxito de los cultivos no se limita a una serie de decisiones o actuaciones aisladas.
Todas las gestiones que realicemos en nuestros cultivos son relevantes y deterministas en cuanto a los resultados. Si una de ellas no es la adecuada, es posible que todo el proceso se vea afectado.
En primer lugar, la elección de la variedad adecuada es la primera decisión que ha de tomarse a la hora de planificar el cultivo de patata. Gracias a las semillas certificadas reduciremos el riesgo de enfermedades como fusarium, u otras de origen vírico o bacteriano. Su conservación y manejo antes de la plantación es fundamental para evitar problemas.
Para la plantación es recomendable elegir un momento en el que la tierra no esté demasiado fría, y que las semillas roto con la dormancia y los primeros brotes sean visibles. La planificación de los riegos y del abonado también tiene una gran relevancia y estará muy relacionada con la variedad que se haya seleccionado.
Existen amenazas sobre las que los rigurosos controles de las semillas certificadas no protegen, como es el caso de amenazas causadas por patógenos externos o fisiopatías. Aunque es cierto que determinadas variedades están más preparadas para la lucha ante estos patógenos externos que otras.
Respecto a estas amenazas externas, una de las más habituales y más dañinas es el mildiu (o tizón tardío). Se trata de un hongo que se extiende rápidamente en ambientes de humedad y calor, causando graves daños en la parte vegetal de los cultivos e incluso en ocasiones alcanzando a los tubérculos.
El mildiu puede causar daños muy graves en los cultivos. Similar al mildiu, encontramos enfermedades como la alternaria, que también causa daños en la parte aérea de la planta inicialmente, pero puede llegar a atacar a los tubérculos.
En el caso del hongo responsable de la rhizoctonia, la actuación es la inversa: primero se infecta a los tubérculos y después se daña la planta.
¿El aspecto de la patata determina su calidad?
Todas las amenazas mencionadas anteriormente influyen en el desarrollo de los cultivos y en los resultados finales de las cosechas: mermas en las producciones, problemas sanitarios o pérdida de calidad.
La calidad es un concepto bastante general, que abarca muchos atributos distintos. La calidad está relacionada con el sabor, la composición nutricional, las propiedades culinarias, la salubridad, o incluso al aspecto. Pero, ¿es de peor calidad un producto con un aspecto determinado?
La exagerada exigencia a la patata de lavado en la cadena de distribución ha provocado su rechazo entre los productores. Podemos comprobarlo examinando las estadísticas de la superficie de siembra reducida, donde el mayor porcentaje corresponde a la patata de lavado.
Una de las tareas urgentes del sector está en convencer al consumidor de que una patata de piel oscura conserva todas sus propiedades y que la apariencia debe pesar menos en las decisiones de compra.
Precisamente este ennegrecimiento de la piel, que obedece a los suelos y las temperaturas de Castilla y León, debería de ser un signo de reconocimiento y prestigio, y sin embargo se ha convertido en un estigma que genera un rechazo en la cadena de consumo.
Texto:
Andrés García
www.patatadesiembra.es
