Las medidas adoptadas por la Unión Europea y por el Gobierno central como consecuencia de la agresión a Ucrania han puesto en cultivo 70.000 hectáreas de barbecho en Castilla y León, con el girasol como principal beneficiario.
Según las declaraciones PAC presentadas este año, la superficie de barbecho ha caído en 57.173 hectáreas en la comunidad, lo que supone un descenso del 11,7%. El conjunto de los cultivos oleaginosos ha crecido el 50,6%, hasta las 450.842 hectáreas.
Las siembras de girasol han finalizado incluso en las zonas más tardías, como Soria. Ha nacido bien en las tierras más ligeras, pero no tan bien en los suelos más fuertes. En ellos, la semilla se deposita más cerca de la superficie y, al no llover, en algunos casos se ha secado.
El cultivo se ha puesto girasol en zonas poco habituales, como el Páramo leonés, gracias a la excepción introducida sobre los barbechos, pero hay que tener en cuenta que el girasol sembrado en suelos pensados para ‘descansar’ lo tiene algo peor porque se ha hecho una labor menos profunda.
El sembrado temprano ha nacido bien y ha alcanzado las 6-8 hojas, aunque el que se sembró después de San Isidro ha tenido una nascencia más irregular.
En Segovia la siembra también ha terminado y la perspectiva es buena porque hay humedad a muy pocos centímetros de profundidad.
La excepción de sembrar en los barbechos como superficie de interés ecológico (SIE) ha tenido un eco similar en otras comunidades autónomas. En Andalucía había 66.000 hectáreas declaradas de barbecho y se ha sembrado en algo más de la mitad.
25.846 hectáreas se han destinado a girasol, mientras que otras 10.000 se han sembrado de cereal.
