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viernes, abril 19, 2024
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Las lluvias de abril suponen un bálsamo para los regantes

Prácticamente no ha hecho falta regar en todo el mes y los embalses han mejorado algo sus niveles. En localidades como Astudillo se encomiendan a san Marcos, ‘rey de los charcos’, que se celebra el 25 de abril

Ricardo Ortega

Las lluvias de abril han evitado unos riegos que hace un mes parecían inminentes, además de haber elevado en parte el nivel de los embalses. El resultado es una cierta sensación de alivio entre los regantes.

Este bálsamo incluye a los regantes que peor lo tenían, como los del Pisuerga y Bajo Duero. Luis Alberto Nebreda, presidente de la Comunidad de Regantes del Canal del Pisuerga, destaca que las borrascas de marzo no se habían traducido en un aporte significativo de agua al pantano de Aguilar, del que dependen los agricultores.

Con las lluvias de abril las reservas se han incrementado en 30 hectómetros cúbicos, una cantidad poco importante, pero que permite ser algo más optimistas. Sobre todo, si se tiene en cuenta que a corto plazo no será necesario desembalsar para mantener el caudal del bajo Duero. Ahora mismo hay aportes importantes desde el Arlanzón, las Cogotas y el alto Duero.

Los regantes de Pisuerga y Bajo Duero tienen asignada una dotación de 2.500 metros cúbicos por hectárea, pero esa cantidad se podría revisar hasta los 3.000, algo que “facilitaría la campaña”, según Nebreda.

Eso no se va a traducir en más hectáreas de remolacha o maíz, puesto que las decisiones de siembra ya estaban tomadas hace tiempo. Y porque en las últimas semanas tampoco se daban las condiciones de tempero. Pero sí va a permitir apoyar a cultivos como el girasol o el cereal, “que aquí ofrece buenas producciones”.

El agricultor de la comarca no se lo va a pensar mucho y va a sembrar girasol, incluso en muchos barbechos, ya que “aun con bajos rendimientos los números le van a salir”. También hay que tener en cuenta que en la zona “la alfalfa manda mucho”. El agricultor dará el número de cortes en función de al agua que tenga disponible, “sin arriesgar demasiado”.

Nebreda celebra un marzo y un abril de temperaturas templadas y generosos en agua, y se encomienda al refranero popular. “En Astudillo se dice ‘san Marcos, rey de los charcos’ porque siempre llueve ese día, 25 de abril”. Lo hizo incluso en el fatídico 2017.

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