Daniel González
Por fin llovió. Después de meses de intensa sequía, el verano se despide con una semana de lluvias generalizadas en la comunidad.
Aunque, como siempre, no llueve a gusto de todos y el reparto de precipitaciones ha sido bastante desigual entre provincias.
En el entorno de León capital han caído 48 litros por metro cuadrado, mientras en otras zonas el pluviómetro no está tan lleno. Diez litros junto a la ciudad de Salamanca, mientras en la parte central de la provincia de Valladolid la cifra oscila entre ocho y doce litros.
En la Tierra de Campos palentina han caído 14 litros y más hacia el Este los resultados han sido más escasos. En la ciudad de Burgos, por ejemplo, apenas se han registrado 1,4 litros.
Salvo en la provincia de León, la cantidad caída ha servido para muy poco. En general no ha servido para acelerar las siembras de colza y, en el caso del regadío, tampoco ha servido para ahorrarse algún riego, cuando otros años el, por ejemplo, el productor de remolacha se ha ahorrado un par de riegos gracias a la lluvia de septiembre.
El agua, o su ausencia, va a seguir marcado el curso en las próximas semanas. El lunes, 19 de septiembre, se manifiestan los regantes leoneses contra los desembalses anunciados para atender los compromisos con Portugal.
Cuatro días después, se anuncian protestas en la ciudad de Valladolid contra los elevadísimos costes de producción.
