Las grandes infraestructuras del transporte vuelven a ser protagonistas de la actualidad agraria. Los taludes levantados para soportar estas vías de comunicación sirven de emplazamiento ideal para la excavación de madrigueras por parte de los conejos, que muchas veces se ven amparados por el vallado que rodea a estos nuevos reservorios.
Jesús Manuel Recio, agricultor de Valdestillas, denuncia que los conejos han devorado cerca de 200 hectáreas de cereal, tanto de secano como de regadío. “Hay parcelas de cerca de diez hectáreas que se las han comido enteras”, describe, aunque también ha habido diferentes daños en el viñedo de la zona, amparados por la Denominación de Origen Rueda.
Otros cultivos, como el guisante, resultan menos atractivos para el conejo. Y con comportamientos difíciles de explicar, como que estos animales ya no pueblan la orilla del río Adaja, que era uno de sus espacios predilectos.
Se ha solicitado permiso para cazar los animales con escopeta, pero una de las trabas reside en que las madrigueras están excavadas en el talud del ferrocarril, tanto AVE como convencional, de modo que no se les da autorización.
Jesús Manuel afronta un año muy difícil, ya que es mucha la superficie devorada por los animales. Demasiada para plantearse levantar todo y sembrar otra cosa. Por el momento, ha decidido no abonar en los suelos atacados, “puesto que no serviría para nada”, y sobre todo a los precios actuales.
Asaja culpa a Fomento de la plaga de conejos
Asaja Valladolid denunciaba la semana pasada que el Ministerio de Fomento es el “culpable” de la plaga de conejos que afecta a varias parcelas en el entorno de la autovía A-11, a la altura de Tordesillas y otras poblaciones cercanas como Bercero, Villavieja del Cerro, Torrecilla de la Abadesa o Villalar de los Comuneros.
Cientos de conejos han arrasado las hectáreas de trigo recién nacido de varios agricultores que van a perder sobre unos 500 euros por hectárea por los daños de estos animales. “Tengo unas 9 hectáreas sembradas de trigo de las que he perdido 6 por la acción de estos animales y nadie se hace responsable”, explica Alberto Cano agricultor en Villavieja del Cerro.
En la comarca de Toro también hay presencia de conejos, pero se han realizado numerosas batidas, bien con hurones, bien con redes, y se han disminuido mucho los daños.
¿Y el seguro agrario?
José Ignacio García Barasoáin, delegado de Agroseguro, señala que el seguro agrario cubre los daños por animales, se trate o no de especies cinegéticas, “de modo que el agricultor afectado siempre puede reclamar”. Y al margen de que se trata de especies cinegéticas que pertenezcan a un coto de caza o no.
En el caso del conejo existe un 20% de franquicia absoluta: para ser indemnizable, el daño debe superar el 20% del valor y, al mismo tiempo, se indemnizará todo el daño que esté por encima de ese 20%. “Por ejemplo, si el daño producido por los animales es del 25%, el agricultor asegurado recibirá una indemnización por el 5%”, ejemplifica Barasoáin.
Fotografía: Las madrigueras abundan en el talud del ferrocarril a su paso por Valdestillas. Autor: Jesús Manuel Recio
