Los embalses de la cuenca del Duero se encuentran al 43% de su capacidad, con 1.234,8 hectómetros cúbicos almacenados, lo que confirma la tendencia ascendente de las últimas semanas gracias a las lluvias registradas.
La excepción se encuentra en el sistema Pisuerga, que abarca los embalses de Cervera-Ruesga, La Requejada y Aguilar de Campoo. Los datos que ofrece la CHD apuntan a que las reservas en estos pantanos solo alcanzan el 13%, mientras otros sistemas rondan o superan el 40%.
Esos trece puntos porcentuales se traducen en 41,2 hectómetros cúbicos, sensiblemente por debajo de las reservas necesarias en un año normal para dejar embalsadas tras la campaña de riego, que son de 50 hectómetros cúbicos. Así lo recuerda José María Medina, técnico de la Comunidad de Regantes Canal del Pisuerga.
Medina apunta que para una campaña “regular” los regantes necesitarían disponer de entre 120 y 150 hectómetros cúbicos. Por encima de 180 se podría afrontar una campaña “normal”.
Estas cifras parecen dejar claro que el sistema Pisuerga está todavía muy lejos de poder afrontar una campaña de riego con garantías. Sobre todo, porque sus embalses se recargan a un ritmo mucho menor que en otros puntos de Castilla y León.
“Este año las borrascas llegan desde una dirección diferente, desde el sureste”, subraya el técnico de la comunidad de regantes, quien compara su zona con la de León, donde hay nieve en la montaña y con unos embalses que han ganado 16,5 hectómetros cúbicos en una semana.
Como dato adicional, las lluvias han sido menores en la última semana en el entorno de Aguilar que en otras zonas de pantanos: 22 litros por metro cuadrado, prácticamente la mitad que en el sistema Esla-Órbigo.
Pero desfallecer no es una opción. José María Medina recuerda el precedente de años como 2018, cuando a finales de febrero “no había campaña de riego” pero se acabó arreglando gracias a la llegada de agua y nieve.
