A las primeras aguas de octubre, siembra y cubre. Sabio y siempre buen consejero el refranero español. Pero con matices, que mucho han cambiado el tiempo, la maquinaria, la semilla, los gastos de producción y la PAC, entre otros.
Una nueva PAC, que entrará en vigor sin remedio el próximo 1 de enero, y que viene cargadita de regalos, de ecoesquemas y nuevas y determinantes condicionalidades, de preguntas sin respuestas, de cambios de criterio y contradicciones.
Llega improvisada, pendiente de cierre y de la última hora, de la que tendremos que estar muy atentos, por la cuenta que nos trae. Increíble pero cierto, comienza un partido, donde no solo no conocemos todas las reglas del juego, sino que las van a cambiar en mitad del partido.
Luego queremos profesionales. Santos varones y mujeres es lo que tenemos en el campo.
En fin, es lo que hay, y como dice un aforismo romano, será lo que nos merecemos, pero con estos bueyes hay que arar, y la campaña está ahí llamando a la puerta, una puerta que han abierto unas lluvias más o menos generosas, que junto con unas temperaturas altas han generado un buen tempero para dar comienzo a las siembras.
El agua nos ha cambiado la cara, ha arrancado los tractores y con ellos las facturas, así que habrá que estar más cerca y más pendientes que nunca de la calculadora, de los acuerdos, de los precios, contratos y condiciones, de las empresas y las personas, de los buenos y cumplidores profesionales.
Estamos en tiempos difíciles, inciertos, de cambios continuos y de exigencias. Muchas materias y tareas para un curso que comienza y en el que solo aprobaremos con nota trabajando juntos.
Buena suerte a todos. Arrancamos.
—–
Este texto se publicó como editorial del número 101 de CAMPO
