Alfonso Palomo
La sequía ya afecta prácticamente a toda España, aunque lo tiene francamente peor el sur peninsular, mientras que Castilla y León podría salvarse si lloviera en estos días. De hecho, hay zonas que incluso podrían tener una buena producción.
Cada vez se habla menos de la guerra en Ucrania, aunque en los últimos días han sido noticia las decisiones de algunos gobiernos, como Polonia, Hungría o Eslovaquia, de no importar grano de aquel país, que está menos controlado desde el punto de vista sanitario y cuya presencia masiva presiona a la baja los mercados locales.
Hay factores que llevan a una ligera subida en los mercados, como la posibilidad de que Rusia no renueve el 18 de mayo el corredor del Mar Negro o la propia sequía, aunque en otras zonas de Europa no es tan preocupante como en España.
No hay panorama alcista a corto plazo, con un consumo de piensos que sigue en niveles muy bajos, y con un cereal que sigue llegando desde distintos puntos, como el Reino Unido o el propio Mar Negro.
Las siembras de maíz se han desarrollado bien en el hemisferio sur y las previsiones en Rusia van en aumento. Se espera que haya grano en el mercado. Pero todo ello trae consigo una contrapartida: no habrá escasez de materias primas, al margen de cómo sea finalmente la cosecha.
Es posible que este año crezca la superficie de oleaginosas, tanto por la nueva PAC como porque algunos productores levantarán una cebada malograda para poner girasol. Aunque tampoco cabe esperar precios como los del año pasado.
