La población de conejos vuelve a ser este año un problema muy serio para numerosos agricultores, tanto en Castilla y León como en el conjunto de España, con la destrucción en pocos días de cultivos y parcelas enteras.
La situación que está multiplicando la actividad de compañías como Roca Defisán, especializada en salud pública, desinfección y control de plagas. Su responsable en Castilla y León, Jesús del Río, destaca que es mucho lo que se puede hacer para paliar esta situación.
“Tenemos herramientas para frenar la plaga de conejos”, apunta, y subraya que sus técnicos están actuando allí donde lo permite el registro del producto. Se trata del Arvalin Phos PT 20, que se puede aplicar en las huras que el animal construye en los taludes de autovías y autopistas, así como junto a las vías del ferrocarril y otros espacios.
Donde está excluida su aplicación es en las parcelas agrícolas, de ahí que una de las labores de Roca Defisán sea la de identificar aquellos lugares en los que se puede realizar el tratamiento. “Hay mucha población de conejos en las cunetas, pero solo se puede tratar en algunas de ellas; por ejemplo, en aquellas que forman parte de un vial”, apunta Del Río. Por eso, cuando un agricultor se dirige a la compañía lo primero es realizar un diagnóstico de la situación “y definir bien en qué puntos se puede aplicar el producto”.
Una de las labores que se realizan desde la compañía es la interlocución con las administraciones. Por ejemplo, recientemente se ha mantenido una entrevista con los responsables de Sanidad para darles a conocer la situación y, de este modo, permitir que se tenga en cuenta la solución de Roca Defisán cuando haya daños agrícolas, además de los métodos tradicionales de caza con escopeta y con hurón.
El Arvalin Phos PT 20 de Roca Defisán es capaz de erradicar el problema de los conejos “de manera eficaz e inmediata”. El compuesto está autorizado e inscrito en el Registro de Biocidas del Ministerio de Sanidad con el número ES/MR(NA)-2019-20-00599. Está formulado a base de fosfuro de aluminio y cuenta con autorización para el control del conejo (Oryctolagus cuniculus) y el topo común.
Las ventajas de este producto, un biocida con una técnica de aplicación muy selectiva que no afecta a otros vertebrados, superan con creces a los remedios tradicionales. Es rápido, eficaz y respetuoso con el medio ambiente. Su aplicación es sencilla, “aunque debe ser realizada por personal técnico capacitado”.
Consta de tres pasos: localización de las madrigueras, introducción del producto en formato de pastilla y cierre de los túneles. Al entrar en contacto el fosfuro de aluminio con la humedad de las madrigueras, reacciona pasando de estado sólido a gaseoso, de modo que acaba con los conejos por asfixia.
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