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sábado, abril 27, 2024
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Todos los ojos miran al girasol

Ya antes de la guerra en Ucrania el cultivo se beneficiaba de unos precios elevados, además de destacar por unos costes de producción muy reducidos. La superficie de siembra superará las 251.000 hectáreas de la campaña pasada

Ricardo Ortega

El escenario de costes de producción disparados para la mayor parte de los cultivos puede hacer que muchos agricultores vean al girasol como una opción atractiva. Así lo señala César Álvarez, de Oleokelsa/Koipesol, que trabaja con la previsión de que la superficie de cultivo no bajará de las 251.000 hectáreas de la campaña pasada en Castilla y León.

En una entrevista mantenida con CAMPO CyL antes de la invasión de Ucrania, Álvarez destacaba unos precios internacionales que situaban al girasol muy cerca de los 600 euros por tonelada, sobre todo en el caso del alto oleico.

También hay una larga serie de ventajas desde el punto de vista agronómico. “Siempre hemos defendido este cultivo como de gran valor ecológico, ya que con su raíz pivotante extrae el nitrógeno de las capas más profundas del suelo, donde los cereales con su raíz fasciculada no llegan”, lo que reduce la contaminación de acuíferos.

Por eso el responsable de Oleokelsa apunta una reflexión respecto al abonado: “No todo consiste en disminuir la aportación de unidades fertilizantes, sino en aprovechar las disponibles”.

Incluso aboga por que se incremente la ayuda de la PAC destinada a este cultivo, dados sus valores para el medio ambiente. “No hay que olvidar que el girasol da cobijo a la fauna, sobre todo de alto valor cinegético de nuestra comunidad”.

Ya no es el ‘hermano pobre’

Álvarez destaca que el girasol dejó “hace tiempo” de ser el hermano pobre del campo. “Desde que se generalizó el uso de la semilla híbrida y las subvenciones a este cultivo fueron disminuyendo, el agricultor se vio obligado a producir una mayor cantidad, y con mejor calidad, que es la responsable de unos importantes diferenciales en precio”, recuerda.

El alto oleico ya supone el 40%

El girasol alto oleico tiene una composición de ácidos grasos (más del 80% ácido oleico y menos del 20% linoleico) distinta y prácticamente opuesta a la del girasol convencional, que lo hacen más saludable y permiten mayor número de frituras. Koipesol Semillas registró las primeras variedades de alto oleico en 1988.

El cultivo se ha desarrollado mucho desde entonces y la superficie ha ido aumentando hasta situarse en un porcentaje de en torno al 40% del girasol. Destaca la provincia de Burgos, donde el porcentaje de alto oleico se considera cercano al 50%.

Diferencial de precio

La principal ventaja del alto oleico es la prima económica frente al convencional. “En determinados momentos de anteriores campañas llegó a disfrutar de un diferencial superior a los 100 euros por tonelada”, recuerda el responsable de Oleokelsa. Además, “al principio de campaña el diferencial era de unos 10 euros por tonelada, pero en la actualidad este ha aumentado notablemente”.

Con las variedades de última generación de alto oleico, como Suvango (resistente a herbicida Express TM), Adriano, e incluso Talento (del sistema Clearfield), tanto los rendimientos como el peso específico son similares a las variedades convencionales.

Álvarez recuerda que una variedad como Oleko Alto Oleico ha servido de testigo frente a un notable número de variedades convencionales en diferentes ensayos, “superando a muchas de ellas en gran número de ocasiones”.

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