No se recuerdan en Castilla y León temperaturas tan elevadas para un mes de mayo, con un trigo que empezaba a granar cuando recibió el golpe de calor del 20 y 21 de mayo.
En muchas zonas se van a perder varias toneladas por hectárea, sobre todo en las más arenosas y donde la planta iba más adelantada, como en Zamora, Salamanca y Ávila. También en partes de Valladolid y en el oeste de Segovia.
El trigo, peor que la cebada
El trigo se ha llevado la peor parte. Estaba empezando a formar el grano y ha quedado más asurado, mientras que la cebada ya estaba granada, con el grano más consolidado, y ha aguantado mejor.
Una de las zonas más afectadas en la comarca abulense de la Moraña. Luis Corona advierte de que la situación es preocupante, con unas temperaturas elevadas que han venido a estropear un campo que había recuperado el pulso con las lluvias de marzo.
Había espiga formada y el calor va a hacer que merme el tamaño del grano, lo que va a deparar menores rendimientos y un menor peso específico.
Una de las claves va a estar en la humedad, o en la falta de ella, y este agricultor apunta una paradoja: es posible que las tierras que mejor aguanten sean aquellas con menos plantas por hectárea, donde no había habido ahijamiento, porque allí la demanda de agua es menor.
Diferencias entre parcelas
En la Tierra de Campos zamorana, Raúl Alonso destaca el “sufrimiento” de la cebada por exceso de calor y falta de agua, pero “se salvará bastante”.
Por el contrario, el trigo está muy mal y “no se sabe si llegará a granar”.
También en Salamanca está peor el trigo. José Antonio Marcos, de Campal, destaca que la cebada, al menos, ya tenía la espiga formada y está aguantando mejor.
Todo apunta a una diferencia importante entre aquellas parcelas que se abonaron adecuadamente y las que no, e incluso entre las que han recibido tratamientos y aquellas en las que no se hizo.
También en la Bureba
Incluso en la Bureba, en el norte de Burgos, empieza a preocupar la falta de agua. Luis Alonso, de la cooperativa Bureba Ebro, destaca un buen aspecto general, “aunque ya se empiezan a ver las zonas más pobres y los calveros”.
El cereal llevaba algo de retraso, pero la subida de temperaturas ha hecho que espigara de forma rápida.
Ahora hace falta que lleva porque de momento hay cosecha, “pero el cultivo se puede poner mal si no hay agua”.
Se esperan partes por siniestro en trigo
En relación con el trigo, en Agroseguro esperan siniestralidad, pero si las temperaturas suben de nuevo y sigue sin llover “ya estaremos hablando de otra manera”, como señala José Ignacio García Barasoáin, director territorial de la entidad.
Por el momento, Tierra de Campos de Valladolid y Palencia, Burgos o el este de Valladolid “pueden esperar una cosecha por encima de la media”.
En todo caso, la siniestralidad cambiará en función de si se trata de trigo o cebada, y también de factores como el tipo de suelo o la variedad.
En comarcas de Burgos y Palencia se están suscribiendo seguros complementarios de herbáceos extensivos, “lo que significa que muchos agricultores tienes buenas expectativas de producción”, señala Barasoáin.
¿Y si tenemos otro golpe de calor?
¿Qué sucederá a partir de ahora? El cereal podría mantenerse y seguir engordando el grano si se mantienen las temperaturas suaves, ya que el suelo aún conserva humedad y la planta puede aguantar.
“Pero otro golpe de calor puede ser terrible, con un aumento exponencial de los daños”, y habrá que permanecer atentos a las temperaturas de este fin de semana, como recuerda el responsable de Agroseguro.
