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sábado, abril 20, 2024
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Azucarera rompe su acuerdo y rebaja el precio de la remolacha un 20%

La compañía justifica la rebaja de precios en la caída de las cotizaciones del azúcar en los mercados europeos y mundiales

Azucarera ha anunciado este martes, en la reunión de la Mesa Nacional de Seguimiento del Acuerdo Marco Interprofesional Remolachero, la reducción del precio en torno a los 6,5 euros por tonelada, que representa una rebaja del 20% respecto a los 32,5 euros de precio total medio comprometido por la compañía azucarera, y del 15,5% respecto a lo que venía cobrando el cultivador si se suma el valor de la producción más el de las ayudas asociadas al cultivo (para rendimientos de 100 toneladas de remolacha tipo por hectárea).

Esto supone la ruptura del acuerdo con los representantes de los agricultores, firmado en 2015 y por cinco años, que regula las relaciones contractuales de la compraventa de remolacha en un sector que actualmente está libre de cuotas de producción por parte de la Unión Europea, como señalan desde Asaja Castilla y León. La organización destaca en un comunicado que no comparte ni los motivos ni la decisión de esta rebaja de precios, y la considera “una imposición” por parte de la compañía azucarera.

Además de dicho Acuerdo Marco Interprofesional, se hizo una oferta de precios por el mismo periodo de cinco años que aceptaron las cuatro organizaciones agrarias firmantes (Asaja, UPA, COAG y Confederación Remolachera). Así, recuerda que la Junta de Castilla y León aprobó una ayuda agroambiental por cinco años que reporta al productor unos ingresos medios de 425 euros por hectárea y año. “Con el precio ofertado por Azucarera, sumado a las ayudas, los agricultores han venido percibiendo una media de 42 euros por tonelada de remolacha”, como apuntan desde Asaja.

La reducción de precio comunicada por Azucarera representa una rebaja del 20% respecto a los 32,5 euros de precio total medio comprometido por la compañía azucarera, y del 15,5% respecto a lo que venía cobrando el cultivador si se suma el valor de la producción más el de las ayudas asociadas al cultivo.

Si bien Azucarera justifica la rebaja de precios en la caída de las cotizaciones del azúcar en los mercados europeos y mundiales, y consecuencia de ello en la caída de los beneficios en la cuenta de resultados de la compañía, Asaja incide en que “el acuerdo era a cinco años, y en este periodo la compañía ha tenido ejercicios con beneficios muy generosos”, como fue el penúltimo, en el que ganó 28,9 millones de euros. Además, la reducción del precio de las materias primas no es la única fórmula para equilibrar el balance de una compañía como es Azucarera.

Asaja lamenta que Azucarera haya dado de nuevo un paso desacertado que tendrá consecuencias directas en la reducción de la superficie de siembra de remolacha, además de menoscabar la renta de los productores que continúen con el cultivo, y que supondrá la pérdida de puestos de trabajo directos e indirectos relacionados con el sector remolachero y azucarero.

“Las empresas serias que invierten en la agroalimentación no lo hacen pensando en recoger grandes beneficios en cortos plazos de tiempo, y lo razonable sería esperar un tiempo para ver la evolución de los mercados internacionales, muy volátiles”, como afirma Asaja, al tiempo que comenta cómo “al menos, una gran compañía debería demostrar la misma responsabilidad que han demostrado los propios cultivadores, que han cumplido con sus compromisos de siembra aun cuando las condiciones climáticas sido muy difíciles en estos últimos años.

Asaja se ofrece a Azucarera y a la cooperativa ACOR para “negociar un nuevo Acuerdo Marco Interprofesional que dé estabilidad y rentabilidad a los cultivadores, y a pedir a las administraciones públicas que continúen con los apoyos actuales”.

Acciones legales contra Azucarera

Por su parte, la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha informado de que, tras el anuncio de Azucarera, empenderá “cuantas acciones legales estén a su alcance” después de que la compañía haya roto unilateralmente el marco legal que regula el sector remolachero.

“Se dinamita una relación fructífera de acuerdos profesionales a lo largo de 30 años mediante el AMI entre industrias y productores, y lo que es peor, se pone en peligro el presente y futuro de las fábricas remolacheras asentadas en nuestro país, de los propios productores, y de numerosos puestos de trabajo directos e indirectos”, como asegura UPA, que se muestra crítica con ese recorte que supone un 25% del pago que realizaba hasta la fecha esta empresa, “lo que es inasumible actualmente por los agricultores, dado el escaso margen de beneficio en el que ya estaban produciendo los remolacheros españoles”.

UPA se ha posicionado radicalmente en contra de la propuesta de la empresa de “intentar compensar esta rebaja con la cotización del precio del azúcar en los mercados”, puesto que “no asegura la percepción de un precio digno y rentable”.

“Beneficios agronómicos”

La versión de Azucarera respecto a este “cambio en el modelo de colaboración con los agricultores” para las próximas siembras de la campaña norte habla de “garantizar el futuro” del cultivo de remolacha y la “sostenibilidad” de la industria azucarera y su cadena de valor. El anuncio no aplica a las actuales siembras de la zona sur.

El propósito de esta medida, en línea con la que ya se han tomado en otros países europeos, es “proteger la continuidad de un sector estratégico en el entorno rural por la riqueza y empleo que genera”, así como por los beneficios agronómicos de este cultivo para la productividad de las explotaciones agrícolas. En este sentido, la iniciativa persigue “lograr una mayor integración con el agricultor, quien podrá participar de unos mayores beneficios una vez comience a recuperarse el precio del azúcar”.

La compañía recuerda que desde la desaparición de las cuotas de producción europeas en septiembre de 2017, el precio por tonelada de azúcar ha caído un 29% hasta los 350 euros (agosto de 2018), el nivel más bajo de la serie histórica, lo que ha generado una importante crisis en el mercado, no solo en España sino a nivel comunitario.

De hecho, Azucarera acumula unas pérdidas de 30 millones de euros en los últimos cinco años y para el presente ejercicio prevé un resultado negativo de otros 40 millones de euros en su cuenta de resultados.

 

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