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jueves, marzo 28, 2024
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Claves para conservar el grano

Una vez que finalice la cosecha el agricultor tiene la obligación de seguir luchando, lo que significa conservar la producción y esperar para venderla en el mejor momento. Hay que pelear los márgenes. Aquí cobra una importancia especial el proceso para conservar el grano, donde el agricultor o el técnico deben seguir demostrando su profesionalidad.

Mucha atención a la humedad del grano

La más importante para la conservación a largo plazo, tiene que ver con el grado de humedad del grano. A la hora de comenzar la cosecha debemos asegurarnos de que el grano se encuentre en el porcentaje de humedad idóneo para su almacenamiento, que no debería exceder de valores del 11%. Eso sí, estos valores pueden fluctuar en función de la provincia donde sean recogidos, como recuerda Jesús del Río, director de Roca Defisan en Castilla y León.

Evitar la compactación

Debemos vigilar las estibas periódicamente para valorar posibles compactaciones, focos de temperatura y humedad elevadas. La actuación más inmediata consistiría en remover la mercancía, superficialmente o en su totalidad, para descompactar y ventilar los posibles focos problemáticos.

Los daños en el almacén son peligrosos

Atención también a los posibles daños estructurales de los almacenes, que pueden favorecer todo lo anterior. Generalmente, entradas o filtraciones de agua a través de cubierta y paredes en mal estado, problemas que deberemos tener solucionados antes de la entrada del grano.

Aunque parezca obvio, es muy recomendable adecuar nuestras instalaciones ante la llegada de una nueva mercancía. Para ello, Jesús del Río recomienda limpiar a fondo el espacio y realizar un tratamiento de desinsectación por pulverización con insecticida. Si desinsectamos sobre una estructura lo más limpia posible el efecto del insecticida será más persistente.

No perdamos de vista la mercancía

Eso sí, las medidas preventivas para una buena conservación radican en un control frecuente de la mercancía para conocer su evolución. No hay que olvidar que se trata de un material vivo, que puede sufrir cambios en sus parámetros y que es susceptible de ser atacado por insectos, aves y roedores.
Todo ello irá en detrimento de su calidad y de su conservación. Por supuesto, también de su comercialización.

La ventilación, un elemento clave

Si la población de insectos crece de forma desmesurada, se puede producir un incremento de la temperatura y humedad, junto a un aumento del dióxido de carbono, lo que puede desembocar en que el embrión del grano sufra diferentes grados de daño, hasta incluso ser destruido. Las actuaciones que podemos realizar son los movimientos superficiales de la estiba, para mantenerla libre de apelmazamientos y conseguir que el aire fluya por toda la instalación. La ventilación es un elemento clave.

Qué hacer en caso de plaga

Una vez instaurada una plaga sobre el cereal, debe recurrirse al tratamiento universal mediante fosfuro de aluminio para su erradicación. Eso sí, será imprescindible mantener las indicaciones de la empresa que realice la aplicación.

La respuesta química

Para el responsable de Comercial Química Massó, Jesús Román, para hacer frente a los posibles escenarios es fundamental realizar una buena conservación del grano. Se debe prestar mucha atención al almacenamiento, para que esté en las condiciones más óptimas y saludables.
Por todo ello desde Massó se propone un producto como Granet, que es apto incluso para su utilización en agricultura ecológica. Este año, además, la compañía incorpora a su catálogo Actellic 50, para tratamientos en silos y almacenamiento del grano.

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