Marco Martín es desde marzo presidente de Asopocyl. Ante el inicio de la campaña destaca una calidad elevada y, posiblemente, menores rendimientos. Confía en que el mercado se estabilice con unos precios justos para el productor
Muchos son los retos que tiene planteados el sector de la patata, en Castilla y León y en España. Pero para el nuevo presidente de Asopocyl, Marco Martín, una gran parte estaría solucionada con un incremento en el consumo de este alimento sano y rico en nutrientes. En esa dirección irá encaminada la actividad de la asociación en los próximos meses si bien, advierte, las acciones divulgativas no pueden descansar en exclusiva sobre los hombros de los operadores.
Martín es propietario de Patatas Pamaral, de Pedrajas de San Esteban (Valladolid), cuya página web es el mejor ejemplo de acción informativa sobre las virtudes de la patata como alimento. El consumidor se mueve muchas veces en función de ideas preconcebidas y de prejuicios, lo que el caso de este tubérculo constituye un caso escandaloso.
“Consecuencia de esa falta de información es el descenso del 30% en el consumo de patata en los hogares españoles en los últimos años; si esa tendencia se invirtiera, a lo mejor había que incluso aumentar la superficie de cultivo”, subraya.
Asume el cargo al frente de Asopocyl con el reto de apoyar la interprofesional, que es “la herramienta que nos vendría bien ante años complicados, como este”. “Sería bueno para todo, especialmente para la promoción del producto, dada la enorme desinformación que existe respecto a lo que significa la patata nueva, la de importación, las propiedades culinarias de la patata…”, recalca.
La campaña 2017
Para Marco Martín la campaña de patata temprana ha sido “un desastre” en España porque el retraso en Cartagena ha coincidido con la campaña en Valencia y Sevilla.
El arranque de la patata se ha iniciado el 3 de julio en Albacete, con buena calidad. “Es algo que hay que tener en cuenta desde Castilla y León, puesto que puede haber solapamiento entre ambas campañas”, advierte, puesto que en esa fecha también han empezado varios productores de la comunidad, si bien de forma muy dispersa. El arranque estará generalizado a finales de esta semana o a comienzos de la próxima.
El precio en Castilla y León va a depender de cómo sea la producción. “Si los rendimientos son normales habrá una superproducción y por tanto saturación; hay que tener en cuenta que la patata temprana ha crecido un 20% en superficie”, señala.
“Como operador quiero tener esperanzas de pagar un buen precio; debemos pagar precios justos, y mejor si es un precio alto el que recibe el agricultor porque también es mejor para nosotros”. “18-20 céntimos el kilo es un nivel en el que trabajamos cómodos”.
Según los datos que maneja, en la comunidad la calidad va a ser buena y la producción algo menor, como consecuencia de los calores de la primavera y de las heladas que se produjeron a destiempo.
Cómo acertar
En el sector de la patata intervienen muchos agentes, con intereses a veces dispares y muchas veces sin contar con una asociación como Asopocyl. En todo caso, la forma de introducir algo de orden en la producción es “que comercial y agricultor trabajen de la mano”, de modo que se siembren aquellas variedades que después se vayan a demandar.
Adicionalmente, este empresario subraya que en muchas ocasiones “al operador le toca tener que vender una patata que no ha encargado”, con la dificultad que ello supone. Por no mencionar el efecto que puede tener sobre los precios la presión de una patata no demandada.
“El operador debe ofrecer al productor un abanico amplio de variedades para que escoja las que mejor vayan a sus tierras, pero algunos aún piensan exclusivamente en las variedades que van bien a sus tierras, lo que constituye un error”, advierte.
También insiste en la necesidad de escalonar tanto la siembra como el arranque, “porque en un mes no se pueden meter 20.000 hectáreas de patata en el mercado”.
