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jueves, abril 18, 2024
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El pulverizador asegura la sanidad vegetal de los cultivos y mejora la producción

Mantener los cultivos en buen estado sanitario -sin plagas ni enfermedades- resulta básico para obtener una buena cosecha. Y esto obliga al agricultor profesional a no despistarse. En ningún momento, para no pagar después las consecuencias. Más vale prevenir que curar. Incluso casi antes de hacer la sementera puede mover sus fichas ya para hacer que la mala hierba desista de instalarse junto al cereal que pretende cultivar.

En la agricultura moderna y profesional de Castilla y León los tratamientos con pulverizadores son imprescindibles en plantaciones de tamaño medio y grande, para poder cubrir de una forma eficaz el área a tratar y así obtener una buena rentabilidad, a juicio de Javier Cano, de Gama, la empresa fabricante de maquinaria agrícola fitosanitaria con sede en Murcia.

La sanidad vegetal “es la herramienta más importante del agricultor. De ella depende en un porcentaje muy grande que los resultados al final de la campaña sean más positivos”, señalan en Hardi, la compañía danesa de pulverizadores.

A lo largo del ciclo del cultivo son varias las enfermedades y plagas que pueden afectar la cosecha, luego es de vital importancia tener un control fitosanitario adecuado, ya sea mediante tratamientos preventivos o curativos. Para ello, “en Castilla y León usaremos una amplia gama de pulverizadores con diferente ancho de trabajo de barra, por lo general, teniendo en cuenta las grandes superficies de cereal en dicha zona, trabajaremos con un ancho de trabajo superior a 18 metros”, apunta el técnico y experto en pulverización de Gil José Manuel Rubio.

Más producción

Desde Alfersan, Serafín Bombín va a una de las razones fundamentales que justifican los tratamientos: “En las tierras hay muchas malas hierbas que hay que controlar para que no baje la producción”, señala. La intensidad de los cultivos y la necesidad de aplicar productos de la manera más ecológica posible “hace necesario el desarrollo de máquinas con tratamientos óptimos y precisos”, justifican en EuroMac, empresa con sede en Burgos.

“Ante las cambiantes condiciones climáticas es importante que los cultivos reciban sus tratamientos y cuidados en el momento justo y con una alta eficacia”, añade Felipe Abad, de Hardi. Para ello es necesario realizar aplicaciones con un pulverizador de alta calidad y que garantice los resultados.

El agricultor debe conocer qué tipos de pulverizadores hay en el mercado, en qué cultivos se pueden utilizar, cuándo y para qué. Los pulverizadores para cultivos bajos sirven para cualquier cultivo de suelo y están equipados con barras hidráulicas. Los atomizadores son para cultivo de arbolado y hay nebulizadores para viña y otros cultivos en espaldera o hileras. Decantarse por pulverizadores suspendidos o arrastrados depende de la superficie que tenga la explotación, para que la inversión en la máquina resulte rentable. En general, todos pueden servir para la totalidad de cultivos y época del año, según el tipo de tratamiento.

Para realizar aplicaciones con este tipo de maquinaria hay que tener en cuenta factores externos como el estado de humedad del suelo, condiciones meteorológicas adversas como viento, heladas, rocío, lluvia y otras (es esencial mirar la previsión del tiempo). Y, lo más importante, hacer un seguimiento a los cultivos para realizar los tratamientos preventivos o curativos en el momento óptimo. “De esa manera se consigue la máxima eficacia del tratamiento, ya sea contra malas hierbas, hongos, insectos o cualquier tipo de plaga”, justifica Rubio.

Eficaces

Todo son ventajas para el agricultor: la rapidez, el área a cubrir y la eficacia del tratamiento. El resultado del trabajo y de lo invertido en esta labor es siempre que el rendimiento del cultivo será mejor que si no se hubiera hecho nada. Es importante guardar siempre las precauciones establecidas para aplicar el producto y que la persona que lo lleve a cabo equipada con la indumentaria de protección individual.

Que para el agricultor sea más rentable disponer de un pulverizador propio o contratar el servicio a una empresa externa depende sobre todo del tamaño de su plantación. Quizás para las pequeñas puede ser interesante contratar los servicios de un aplicador externo, mientras que para plantaciones medias y grandes es conveniente disponer de uno propio. De esta forma tiene además la ventaja de que puede tratar en el momento necesario sin tener que recurrir a un tercero.

En Alfersan también vinculan tenerlo o no en propiedad a la calidad del cultivo. “En hortícolas, por ejemplo, merece la pena disponer de él con menos hectáreas que en cereal por la diferencia de rentabilidad entre unas y otras”, aconseja Bombín. “Si eres un agricultor profesional, lo normal es que tengas una máquina profesional”, añade.

Los pulverizadores son necesarios para el tratamiento fitosanitario de los cultivos, e “imprescindibles para hacerlo de una forma eficaz”, recalca Cano en Gama. Supone mejores producciones y de mayor calidad. Son aspectos estos que se dejan ver de manera manifiesta en el momento de comercializar la cosecha. La sanidad vegetal es, a criterio de algunos, el primer paso para asegurar una cosecha rentable.

El mantenimiento

Uno de los aspectos más alentadores para el agricultor es que tienen costes de mantenimiento rutinarios básicos como la limpieza y el cambio de piezas solo por desgaste. No trabajan en contacto directo con la tierra, de manera que sufren poco deterioro. Por lo general una buena limpieza de la máquina empieza por ser el mejor mantenimiento. Así, la amortización, que depende del precio de la máquina, es efectiva en una media de cinco años de uso.

La limpieza al finalizar la jornada de trabajo y el engrase periódico son las dos partes más importantes de un buen mantenimiento. A partir de ahí, y según el trabajo anual, las revisiones deberían ser al menos periódicas para que a la hora de utilizar el equipo los contratiempos sean mínimos.

El precio puede variar mucho en función del tamaño, tipo y el equipamiento del pulverizador incorpora. Un suspendido bien equipado ronda los 20.000 euros, mientras que uno arrastrado con buen equipamiento puede valer el doble, según los expertos de Alfersan. Entre 700 y 900 euros por cada metro de trabajo que alcanza la máquina, en la tasación de EuroMac. “Hay un equipo para cada tipo de agricultor. A grandes rasgos un pulverizador suspendido puede estar entre 6.000 y 35.000 euros. Entre 18.000 y 110.000 euros aproximadamente cuando hablamos de arrastrados”, explica Abad.

En cualquier caso, la normativa obliga a que pasen cada año la revisión Iteaf y que quien lo manipula esté en posesión del carné de manipulador de productos fitosanitarios.

La inscripción en el ROMA es el primer trámite obligado y representa una muy buena herramienta de control del parque de maquinaria. Las revisiones oficiales sirven además como concienciación para que los agricultores sepan realmente lo que llevan entre manos y de la eficacia real de sus equipos de pulverización.


Catálogo de pulverizadores

BERTHOUD

El modelo Vantage de la marca Berthoud. Premiado como ‘Máquina del año 2017’ es un pulverizador arrastrado con capacidad desde 2800 hasta 7100 litros con barras de acero de 24 a 38 metros y de aluminio desde 36 hasta 44 metros. Chasis innovador con suspensión Actiflex 2, Bomba biturbina Berthoud Omega 550 litros por minuto. Monitores EC-tronic, VT-tronic, y conexión isobus Isotronic. Nuevo Spraytronic: pulverización por pulsaciones aumentando los márgenes de trabajo en un 70% sin variar la presión. Mayor productividad, ergonomía, y respeto por el medio ambiente y las buenas prácticas de pulverización.

ALTAIR

El nuevo pulverizador Altair de 3400/4400L trabaja con la máxima uniformidad en la distribución y confort de marcha gracias al sistema combinado de suspensión en lanza, eje y barra.

Es una máquina con un excelente despeje respecto al suelo (entre 820 y 950 milímetros).

También incorpora la posibilidad de acoplar barras de plegado vertical o paralelo de una longitud de trabajo de hasta 24 metros sobre el terreno.

CAFFINI

La primera marca italiana de pulverizadores Caffini desarrolla máquinas especializadas para todo tipo de cultivos de campo, desde pequeños pulverizadores hasta máquinas de alta tecnología autopropulsadas.

Desarrollo de cubas para abonos líquidos y barras de acero estructural, con parámetros de geometría adyacentes al terreno tratado.

HARDI

El Master Geo Twin ofrece los mejores resultados de pulverización, complementado por la efectividad del sistema Twin con asistencia de aire.

Permite reducir la deriva en casi un 90% en condiciones de viento normales y realizar tratamientos con vientos de hasta 25 kilómetros por hora con un resultado óptimo.

JULIO GIL AGUEDA E HIJOS

Pulverizador suspendido con depósito de 1.500 y 2.000 litros en polietileno de alta densidad. Se trata de un nuevo diseño, más alto, más estrecho y más cercano al tractor, que produce una disminución del peso y de la palanca ejercida sobre este.

Diseño moderno y aerodinámico, con gran facilidad de manejo, integrando la escalera y el incorporador de producto abatibles dentro de la propia estructura del pulverizador. Va sobre un chasis en acero de alto límite elástico. Se montan las exclusivas barras en perfil de aluminio.

 

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