La tensión entre agricultores y compradores de cereal parece ser constante estos días en las lonjas de Castilla y León. Si hace dos semanas quedó sin cotizar la cebada en la de León por falta de acuerdo entre ambas partes, este lunes ha sucedido algo similar con el trigo en la Lonja de Salamanca, donde arrancó cotizándose a 170 euros por tonelada. En el organismo leonés tampoco se ha fijado valor para el trigo, por las lluvias.
La parte compradora argumenta, para echar hacia abajo los valores, las altas previsiones de cosecha y el bajo consumo. El productor, por su parte, no está dispuesto a vender hasta que se le pague lo que considera justo para cubrir costes y que la actividad le sea al menos mínimamente rentable.
Así, en la Lonja de Salamanca, el trigo tuvo en la sesión de este lunes un inicio de cotización de 170 euros por tonelada; la cebada subió un euro, hasta los 144 euros; la avena repite a 138 euros; el maíz está a 176 euros (dos más); la colza sigue a 308 euros; los guisantes a 192 euros; el forraje a 68 y la paca grande de paja baja un euro, a 31 euros la tonelada.
Por lo que se refiere a la Lonja de León, debido a que las últimas lluvias caídas antes de este miércoles pasado han aumentado la humedad del grano, tampoco fijaron un precio, ya que las transacciones “han sido mínimas”, según justifican en la web.
En cebada se mantienen los precios, con ya prácticamente finalizada la cosecha, a 144 euros. El maíz con menos del 15% de humedad sube dos euros, hasta 165 por tonelada. Hubo descenso de 3 euros en la cotización de la paja, debido a una importante oferta a la que se suma al riesgo de tormentas. “El agricultor lo que desea es vender y quitar el género de la finca al precio que sea”, argumentan desde la Lonja.
En el sector del ovino continúa la tendencia alcista de lechazos y cabritos que comenzó hace ya unas sesiones en la Lonja de León.
