spot_img

La publicación agraria líder

sábado, abril 20, 2024
spot_img
spot_img
InicioEl seguro agrarioJosé Ignacio García (Agroseguro): "Los agricultores y ganaderos han dado un gran...

José Ignacio García (Agroseguro): “Los agricultores y ganaderos han dado un gran paso adelante en la profesionalización de su sector”

El seguro agrario es una inversión fundamental para agricultor y ganadero. José Ignacio García Barasoain (Soria, 1962) es director territorial de Agroseguro en Castilla, coordinando las provincias de Segovia, Burgos, Valladolid, Salamanca, Ávila, Palencia y Zamora, y también del panel de Cantabria desde hace cuatro años. Ingeniero técnico agrícola y perito tasador desarrolla las labores ejecutivas de la dirección territorial, la gestión de las tasaciones, las relaciones institucionales y todo lo relacionado con la gestión de los seguros agrarios en las provincias de su ámbito.

– ¿Con qué argumento convence al agricultor y al ganadero de que el seguro agrario no es un gasto, de que se trata de una inversión?

-Creo que cada vez más los agricultores y los ganaderos consideran que el seguro agrario es un coste de producción más en su explotación y que no se trata de una inversión a corto o largo plazo, sino que lo han incorporado a su día a día como un elemento o un gasto más, al igual que puede ser el abono o el gasoil.daños cereal seguro agrario

Y es que el seguro agrario no es solo la única, sino que es la mejor herramienta para la gestión de riesgos dentro de una empresa agraria, porque no podemos olvidar que el agricultor o ganadero es un empresario, y como tal, tiene que contar con una ayuda eficaz para gestionar los riesgos climatológicos que le perjudican y que, por desgracia, cada año se producen antes y con más virulencia. Para ellos, actualmente es esencial.

Actualmente, cada vez es menos necesario convencer a los agricultores y ganaderos ya que el sistema se seguros agrarios ha demostrado por sí solo que es una herramienta eficaz, solvente y capaz de afrontar años de elevadas siniestralidades, tal y como ha ocurrido últimamente.   A esto se añade que hoy por hoy los daños se valoran en tiempo récord y las indemnizaciones las perciben en menos de 30 días desde que se tasa el sinestro. En ocasiones antes incluso de que hubiesen cobrado por su cosecha, en caso de no haber sufrido siniestro. Esto se valora muy positivamente.

-¿Tienen algún estudio o cálculo que demuestre que asegurar supone mayores ingresos al sumar varias campañas?

-El seguro no es una cuenta de pérdidas y ganancias, hay que concebirlo como una herramienta necesaria dentro de nuestra explotación, que nos proporciona seguridad ante cualquier evento climático que no podemos controlar y que tiraría por tierra nuestro trabajo de todo el año.

Igual que tenemos el seguro de nuestro tractor o cosechadora, que son herramientas imprescindibles en nuestra explotación, con más motivo hemos de tener un seguro que cubra el fruto de nuestro trabajo durante todo un año, un colchón que nos permita continuar ante una sequía como la que sufrimos en 2017, o ante una tormenta de pedrisco que por desgracia tenemos todos los años. Además, hay que tener en cuenta otro valor añadido que ofrece el seguro: nos da solvencia ante terceros, préstamos subvencionados de las administraciones o garantía ante entidades bancarias.

Agroseguros Viñedo

-Los efectos del cambio climático son cada vez más evidentes: son frecuentes las épocas de sequías, de demasiada lluvia, heladas, pedriscos… ¿Es el sistema de seguros agrarios sostenible económicamente? ¿Cuál fue el importe de las indemnizaciones abonadas por daños en 2019 en Castilla y León?

-Que el cambio climático es un hecho no hay que dudarlo. El sistema español de seguros agrarios es completamente solvente como ha venido demostrando a lo largo de sus más de 40 años de andadura, y ha demostrado, especialmente, su resistencia y utilidad durante los últimos tres años, en los que hemos batido récords de siniestralidad y, por tanto, de indemnizaciones.

El hecho de que el sistema este organizado como un ‘pool’ de entidades coaseguradoras ya de por sí es una garantía. No hay que olvidar que actualmente el seguro ofrece cobertura a la práctica totalidad de las producciones agrarias y frente a prácticamente todos los riesgos, lo cual no sería posible si no fuera un coaseguro. Este sistema permite distribuir el riesgo asumido y las posibles indemnizaciones entre todas las entidades que forman parte de dicha alianza.daños jabalí

A esto hay que añadir que, como cualquier empresa de seguros, en Agroseguro hay una reserva de estabilización que se utiliza cuando hay necesidad de hacerlo. También contamos con un reaseguro en el que intervienen varias empresas privadas y el Consorcio de Compensación de Seguros, como reasegurador público, que es un organismo dependiente del Ministerio de Asuntos Económicos y Transformación Digital, que garantiza el exceso de siniestralidad si la hubiera. Es decir, el agricultor, el ganadero, tienen asegurado su pago y el sistema de seguros agrarios, su solvencia y eficacia.

Además, y es importante recalcarlo, hablamos del pago del valor real del daño ocurrido, ya que todas y cada una de las parcelas siniestradas, se valoran por un técnico independiente, un perito que no forma parte de la plantilla de Agroseguro ni de ninguna de las entidades aseguradoras.

Respecto al año 2019, las indemnizaciones en Castilla y León alcanzaron los 102 millones de euros, sumando siniestralidad agrícola como pecuaria.

– ¿Qué recursos tiene en su mano el agricultor y ganadero para minimizar las pérdidas, además de suscribir el seguro?

-En Castilla y León, tenemos cultivos que se encuentran protegidos por mallas, invernaderos, ventiladores antiheladas… Existen varias medidas de protección. Adaptar y buscar la mejor época de siembra o de recolección puede ayudar a encontrar fechas libres de heladas o variedades más resistentes.

Pero estos sistemas están pensados y adaptados para cultivos de un alto valor económico: frutales, hortalizas bajo cubierta… pero no podemos olvidar que, si hablamos de cultivos herbáceos, de viña o de olivar, lo que denominamos cultivos extensivos, que además son los mayoritarios en nuestra tierra, el seguro es la única protección que tenemos para luchar contra eventos climáticos tan destructivos como los que actualmente vivimos.

En 2020, por ejemplo, en Castilla y León hemos sufrido episodios de pedrisco desde finales de marzo y principios de abril, fechas en las que por norma general no se producen este tipo de tormentas. Por eso, optar por otras protecciones como ajustar variedades o fechas, no nos garantiza el futuro de nuestro trabajo o nuestra explotación como lo hace el seguro agrario.

-Algunas quejas hacen alusión a que los rendimientos que están fijados hace tiempo son demasiado bajos, que cuando se repiten las afecciones por animales el seguro ya no indemniza…

-Desde el nacimiento del seguro agrario, como es normal, los agricultores y sus organizaciones agrarias reclaman mejoras dentro de las líneas de seguro. La reivindicación de los rendimientos dentro de la línea de herbáceos es una de ellas. Salvo algún término en concreto, que puede ser objeto de estudio, los rendimientos de referencia están bien calculados, ya que tenemos que entender que son rendimientos de referencia y que posteriormente a cada agricultor se le asigna un coeficiente de rendimiento, que en la mayoría de los casos mejora ese rendimiento de referencia ajustándolo a su histórico. Es decir, se adecúa a lo que viene produciendo su explotación a lo largo de los años.

Cada agricultor tiene su rendimiento individualizado y su tasa ajustada a ese rendimiento.

Respecto a los daños por fauna, efectivamente hay una reducción en función de si los siniestros de animales son indemnizables a lo largo de unos años, pero también es verdad que se tienen que dar una serie de circunstancias específicas para que no sean indemnizables. Del total de las parcelas que pudieran tener esa penalización, de no indemnización por fauna, en Castilla y León nos encontramos con apenas 40 parcelas, un porcentaje muy pequeño respecto a la realidad agraria de nuestra comunidad.

-¿Sigue el productor, como años atrás, centrado solo en las labores en el campo? ¿Es ya más consciente de que el seguro agrario es otra herramienta de su trabajo?

-El agricultor de hace unos años nada tiene que ver con el de ahora. Los agricultores y ganaderos han dado un gran paso adelante en la profesionalización de su sector. Esto no implica que antes no fuera profesionales, que lo eran, pero en la actualidad las explotaciones tienen que ser más grandes para ser rentables, requieren de una gestión más amplia de control en todos los sentidos, realizan gran cantidad de gestiones, cuadernos de campo, control de tratamientos fitosanitarios, etc. Esto ha provocado que sus inversiones cada vez sean mayores, y que eso les haya obligado a ser conscientes de la necesidad de protegerlas, contando con un buen seguro agrario.

-¿Cómo incentivan el aseguramiento? ¿Tienen alguna estrategia en marcha para incidir en esto?

-Todos los años, en la mayoría de las líneas de seguro que componen nuestra cartera, se realizan acciones para incentivar la contratación, a través de campañas de publicidad en los distintos medios de comunicación, ajustando tasas o incluyendo riesgos nuevos, como sucede en esta campaña, en la que se ha incluido el riesgo de sequía en los cultivos de alfalfa de las parcelas de secano de algunas comarcas de Castilla y León.

En el caso de los herbáceos, que es una de las principales aquí, Agroseguro ha lanzado una bonificación del 5% por contratación temprana (hasta el 15 de noviembre), si se contratan los módulos 1 o 2 en secano, que son los que protegen contra la sequía, y ya lo hubieran hecho en la anterior campaña.

helada viñedo

NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img