“La cosecha del cereal se está retrasando a tope. Solo se está picando de unas parcelas a otras, sin que se generalice”, resume el técnico de Grupo AN Javier Rodríguez sobre el lento y pausado inicio de una campaña de siega que está muy condicionada por las tormentas y el exceso de malas hierbas en muchas fincas.
La maleza verde, que abunda ahora, en las cebadas implica un exceso de humedad. Así, las cosechadoras abandonan el trabajo al de poco de comenzar cuando este parámetro ronda el 15%. Ávila, Salamanca, Valladolid, Segovia y Zamora han podido avanzar algo. El norte de Burgos, Palencia y Soria está a la espera de que el cultivo esté en su momento idóneo para recoger el grano. Los trigos leoneses de regadío se han encamado como consecuencia de las lluvias fuertes, lo que supondrá pérdidas a juicio del técnico de Grupo AN.
Tampoco las leguminosas están perfectas. La abundancia de adventicias es también un problema aquí. Todos los trabajos dependen de cómo evolucione el tiempo atmosférico, de si las tormentas dan un respiro. El retraso de la campaña es generalizado.
En la misma línea, las producciones son muy dispares. Las hay muy buenas y otras no lo son tanto. Dependen de cómo fueron las siembras, la nascencia, de si se abonó bien y de si se trató la parcela o no. En las cebadas que no se pudieron aplicar fitosanitarios hay afecciones de hongos que reducen el peso específico del grano.
Las diferencias van más allá de las condiciones de cada comarca. Se dejan notar, además, de una tierra a la de al lado. Incluso entre las diversas parcelas del mismo agricultor hay diversidad en función del manejo que ha podido hacer. En la zona sur de la Comunidad ha habido más lluvias en las últimas semanas, con más hierba.
Jesús García estaba este viernes cosechando en Villardefrades (Valladolid). Sin madrugones excesivos, porque hay que darle margen a la humedad para que se retire. La percepción de este cosechador para terceros es que la campaña acumula un retraso de al menos dos semanas. La cosecha se va “animando” poco a poco, pero el rango de las producciones es amplio. García ha recogido cebadas desde 4.500 kilos por hectárea hasta 7.200 kilos en la que más.
Los precios tampoco son para tirar cohetes. Empezó el kilo de cebada a 0,16 euros (26 pesetas) y ya va hacia abajo según perciben en la comarca de Tordesillas. 150 euros ronda la tonelada en Salamanca, afirma Alberto Lozano, de Galopín Servicios Agrícolas. Hoy trabaja en la localidad charra de Palacios Rubios. Ayer llovio algo, de manera que la labor está condicionada. Lo habitual es que para finales de la próxima semana estuviera todo tirado, pero este año habrá tajo hasta la segunda de agosto.
Alberto Lozano ha cosechado parcelas de entre 3.000 y 3.500 kilos por hectárea en la zona, producciones que están algo por encima de la media, “pero no es tanto como pensábamos”. Culpan a las aguas de marzo, que fueron excesivas para una planta que aún estaba pequeña. El cultivo está seco, aunque con mucha maleza que supone problemas en forma de averías y retrasos para la cosechadora.
En la comarca de Miranda de Ebro (Burgos) podrían empezar hoy a cosechar si el día continua soleado y con buena temperatura. Las espigas ya llevan tiempo listas, pero las lluvias lo han hecho imposible hasta la fecha, según apuntan desde la cooperativa Virgen de Altamira. Solo han entrado a las fincas de colza.
Han ido ajustando las previsiones. Ahora son menos optimistas. Creen que habrá más kilos que en un año medio, pero no tantos como pensaban hace un mes. Mejor la cebada que el trigo. La culpa es de que ha habido demasiada lluvia.
