El teléfono de Borja Vara no deja de sonar. Este agricultor de Ataquines hace trabajos para terceros y lleva varios días sin parar.
La siembra de la colza le lleva a tener jornadas de trabajo agotadoras, en las que viene sembrando entre 40 y 42 hectáreas al día.
La colza se encuentra en plena ‘tormenta perfecta’, pero en sentido positivo: con unos precios muy altos en París, donde ya ha alcanzado los 600 euros por tonelada, y unas condiciones atmosféricas propicias. Hay humedad en el suelo y se anuncian lluvias para este primer domingo de octubre y para el martes siguiente.
Hay prisa por sembrar antes del agua, pero las siembras no se van a detener y Borja ya tiene completa la agenda para toda la semana que viene. “Lo importante es que haya humedad en el suelo y que la conserve, de modo que la planta germine cuanto antes”, apunta.
Él mismo ha sembrado unas doce hectáreas en Ataquines, sobre todo en regadío, pero también en secano, y está convencido de que este año se va a disparar la superficie de cultivo en Castilla y León.
Roberto Real, asociado a Glencore y que también realiza trabajos para terceros, destaca las prisas inauditas por sembrar colza antes de la lluvia del domingo. “Se ha sembrado más que cualquier otro año, en zonas muy diferentes entre sí”, apunta.
Eso sí, destaca que las casas de semillas han hecho los deberes y que no habrá falta de simiente por muy alta que sea la demanda. “Nosotros hemos hecho un pedido ayer y nos han servido hoy mismo”, destaca.
