Desde la Consejería de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural se recuerda que la presencia del topillo es endémica en todo el territorio de Castilla y León, lo que significa que el animal siempre estará presente en el campo. “Lo que existe cada cierto tiempo, en función de diversos factores, son explosiones demográficas, que colonizan los diferentes reservorios, vías de dispersión y campos de cultivo”, recalcan. La plaga ya está declarada y las medidas de lucha y prevención, también.
Las provincias y comarcas con mayor repunte poblacional son, por orden de importancia, Campos en Palencia, Tierra de Campos en Valladolid, Sahagún, y en menor medida Esla-Campos, en León, Campos-Pan en Zamora y Pisuerga en Burgos. También se detectan topillos en otras comarcas y provincias, y si bien por el momento su abundancia está muy alejada de la observada en Tierra de Campos, están en vigilancia dentro del programa de monitorización que lleva a cabo la consejería.
Esa vigilancia de las poblaciones abarca todo el territorio agrícola de Castilla y León, contemplando todas las épocas del año e incluyendo estimaciones de abundancia, estructura poblacional, estado reproductivo y su evolución.
Este programa permite detectar precozmente riesgos derivados de anormalidades en esas poblaciones, habiéndose traducido en la emisión de avisos de situación en el otoño de 2018 y en primavera y en verano de 2019. Junto a estos avisos de situación se han emitido recomendaciones de manejo orientadas a los agricultores para prevenir y luchas contra el topillo campesino.
Todas y cada una de estas recomendaciones, son medidas fitosanitarias y deben ejecutarse siempre que resulten viables, están adaptadas en cada momento a distintos factores, como pueden ser la propia situación detectada en las poblaciones de topillo, el estado agronómico de los cultivos o la época del año. Incluyen diversa casuística, como cuestiones relativas a la presiembra o la poscosecha, la siembra directa, el manejo de forrajes y de reservorios, el manejo del riego, el control individualizado de colonias o el control biológico.
Ante el repunte actual la consejería ha avisado desde el inicio de manera inmediata y precisa, acompañando en todo momento los avisos con una batería de medidas fitosanitarias, para cuya ejecución los agricultores no requieren ninguna autorización, en su mayoría.
En los casos en los que el agricultor no puede ejecutarlas sin autorización expresa, la administración ha procurado contemplar el panorama normativo para así permitirlo. Es el ejemplo de la destrucción de galerías por volteo, la medida más eficaz en las parcelas agrícolas, que no podría realizarse antes de septiembre en función de la condicionalidad de la PAC, pero que se ha habilitado su ejecución a través de la correspondiente resolución autorizando en este año esta práctica.
Recomendaciones de manejo en el periodo estival
Dentro de las recomendaciones emitidas durante el verano, se incluían algunas relativas al manejo de vías de dispersión y otros reservorios, cuya titularidad y competencia no son del agricultor, por lo que en esta ocasión se incluyó en la difusión directa a las distintas administraciones titulares o competentes (Ministerio de Fomento, Consejería de Fomento y Medio Ambiente, Confederación Hidrográfica, Diputaciones), e incluyendo a los ayuntamientos de las zonas con mayores riesgos (Burgos: Pisuerga, 42 municipios; León: Esla-Campos y Sahagún, 53 municipios; Palencia: Campos, 88 municipios; Valladolid: Tierra de Campos, 55 municipios; Zamora: Campos Pan, 39 municipios).
Ante las siembras de otoño, la evolución que pueda haber en las poblaciones dependerá fundamentalmente de la meteorología, la previsión de cubierta vegetal y los parámetros adaptación-autorregulación reproductiva.
Para la consejería, “es importante remarcar que no existe ninguna medida que por sí sola pueda eliminar todos los riesgos derivados, sino que es la ejecución de todas y cada una de las recomendaciones que se emitan en cada momento, siempre que resulten viables, dentro de una estrategia integrada involucrando a todos los agentes implicados, lo que puede revertir en una minimización de dichos riesgos”.
En la actualidad, si bien en breve se difundirán nuevas recomendaciones, de cara a la próxima sementera de cultivos de invierno, la principal medida que el agricultor puede tomar es la remoción de terreno preferiblemente con volteo, aunque cualquier remoción por ligera que sea presenta un efecto positivo.
Especialmente en las zonas con mayores presencias de topillo, deberá intentarse un retraso en la fecha de siembra en función de lo que el cultivo y variedad y los condicionantes climáticos así lo permitan…
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