Para el presidente de Ferduero, Ángel González, no cabe ninguna duda de que la campaña de riego está asegurada para la campaña debido a que todos los embalses están por encima del 90% de su capacidad a día de hoy. “Incluso el Adaja”, recalca González.
Las precipitaciones retrasaron las siembras de maíz y las labores. Ha sido posible, así, ahorrar agua y también en la factura eléctrica. Ese es otro de los caballos de batalla del regante: la factura eléctrica. No es posible contratar dos potencias: una mayor para la época de riego y otra menor –y más barata- para cuando el agricultor no tiene nada que regar. El fin de semana, por la noche y el mes de agosto están tipificados como ‘periodo 6’, el menos caro y, por tanto, las horas que el profesional del campo aprovecha más para aplicar agua a las parcelas.
No está claro, pero según adelanta González todo apunta a que a partir de noviembre habrá cambios en todo esto, que implican una reducción en el número de horas con tarifa baja. Entonces costará más dinero regar. “Nos va a dar un buen golpe”, se queja.
Para obtener la mayor rentabilidad posible, en Ferduero hacen compras a futuro de la energía aprovechando las ofertas. Lo de este año y parte del próximo ya lo tienen contratado en previsión de que los precios vayan hacia arriba. El segundo y tercer trimestre del año son los fundamentales para el regadío.
Para González es “totalmente necesario” que se sigan haciendo modernizaciones de regadíos porque es lo que permite ahorrar agua y competir en la producción de alimentos. Y reducen la contaminación difusa, ya que la planta aprovecha todo el abono sin que se pierda nada. La calidad de vida del agricultor, que gestiona de otra manera la aplicación del agua, también mejora de manera evidente.
Migue Ángel Peláez, el presidente de la comunidad de regantes de Tordesillas, tiene muy claro también que este año van sobrados de agua: apenas han regado en los dos últimos meses y, por si acaso se tuerce la campaña, ya siempre ponen algo de cereal de invierno. Los cultivos de verano van a estar bien atendido en lo que a agua se refiere.
Plan Hidrológico
Respecto al nuevo Plan Hidrológico, el máximo responsable de Ferduero confirma que están “en absoluto desacuerdo”. “Solo les interesan los riegos para que paguemos. Es un cambio tremendo de estrategia”, resume. Están preparando alegaciones. “El Duero es la zona con menos posibilidades de embalsar agua de lo que llueva o nieve: solo el 31%”, critica.
El futuro
Peláez defiende que si los regantes están modernizando los sistemas de riego para economizar entre un 30 y un 40% de agua, ahora le toca a la Administración asegurar que van a disponer de ella todos los años “sí o sí”. La intención de los de Tordesillas es hacer piña con otras, con ayuntamientos y la Diputación vallisoletana para alegar en defensa de lo que consideran sus derechos de riego.
Los regantes de la comunidad Río Adaja ya respiran aliviados. Por lo menos para esta campaña. Su presidente, Juan José Rodríguez, confirma que apenas han tenido que tirar del regadío estos dos meses. Solo lo han usado para que los sulfatos hagan su trabajo. Los cultivos han nacido bien con la lluvia. Los cereales están espectaculares, aunque las siembras de zanahoria y maíz están perjudicadas por la humedad.
No comprende Rodríguez cómo en el borrador del Plan Hidrológico se descartan obras como el recrecimiento de Las Cogotas con la justificación de que “no se llenaría”. “Ahora estamos tirando agua, a pesar de que el año pasado no había. Se llenará o no dependiendo de las precipitaciones de cada año”, discrepa. Alegarán en ese sentido.
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