Máximo Gómez. Director de CAMPO
Llega el mes de mayo y tarde, pero con tiempo, recuperamos la actividad que durante momentos nos ha preocupado tanto, estamos más que acostumbrados a enfrentarnos a una realidad diferente y tozuda cada campaña.
Mientras el secano recupera su color, se prepara el suelo para las siembras de regadío. Y estas comienzan en aquellos suelos con tempero, que no son todos. De ahí las numerosas llamadas a la calma: hay tiempo para tener una siembra normal de maíz y remolacha.
De patata también, aunque en este caso una siembra apresurada puede tener unas consecuencias especialmente negativas. Al mismo tiempo, el girasol vuelve a presentarse como una opción interesante desde el punto de vista agronómico, además de rentable. Por eso nos parece oportuno publicar en esta ocasión el resultado de los campos de ensayos de girasol que el Itacyl tiene en diferentes puntos de Castilla y León.
Agua suficiente. El agricultor está en plena actividad, pero con un ojo puesto en el agua. La información que ofrece este número de CAMPO deja claro que los embalses están a unos niveles que casi garantizan una campaña de riego normal.
Con todo, uno no puede evitar la tentación de emitir un viejo lamento: que los embalses de Castilla y León no dispongan de mayor capacidad de almacenamiento. Porque nos vale de muy poco poder regar este año si al siguiente volvemos a las andadas y nuestro regadío se lleva un nuevo batacazo.
Un proceso lógico. La agricultura de Castilla y León necesita inversiones, sobre todo en infraestructuras. Por eso celebramos las diferentes acciones de la Consejería de Agricultura que en estas semanas han supuesto avances relevantes en un proceso que deberíamos considerar lógico y natural: el de la concentración parcelaria, transformación y modernización de regadíos.
De forma paralela, la CHD acaba de anunciar medidas encaminadas a la recuperación del acuífero de Medina del Campo en el marco del proyecto Life Duero, que cuenta con un presupuesto de 21 millones de euros. Un proyecto por el que solo cabe felicitarse, pero que incomprensiblemente tiene escasa -casi nula- incidencia en el riego. Falta Agricultura en esa foto y uno no puede evitar preguntarse por qué. Doctores tiene la santa madre Iglesia, pero por desgracia el dinero es escaso y perder una oportunidad como esta, para la mejora de nuestros regadíos, será otra más.
En fin, que vamos a celebrar un año más San Isidro en plena actividad, con todos los frentes abiertos y rogándole al santo, como siempre, que se acuerde de nosotros y de nuestras cosechas.
