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viernes, abril 19, 2024
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El campo está ante su momento decisivo

José Ángel Cortijo. Fertiberia

Afrontamos la primavera y hay numerosas decisiones que tomar en secano y regadío. Partimos de un año muy diferente respecto a la media, con cultivos de secano en estadios de desarrollo muy diferentes, aunque algunos con un desarrollo importante, dentro de lo que corresponde a su ciclo.

José Ángel Cortijo. Fertiberia

También hay cientos de miles de hectáreas de cereal sembradas en diciembre y enero, que se han salvado recientemente gracias a lo caído entre el 6 y el 7 de marzo, cuando cayeron entre 15 y 25 litros. Ha sido un verdadero alivio después de un febrero cálido y seco.

Coberteras

Para esas hectáreas sembradas a destiempo llega ahora un momento clave: el del abonado en cobertera, para lo que no hay más que una opción: aportar un nitrogenado con parte nítrica, que es el inmediatamente disponible para la planta. No hay más opciones para el nitrogenado porque, literalmente, no hay tiempo para que otro producto pueda ser aprovechado por la planta.


“Para el cereal que se sembró tarde no hay más que una opción: un nitrogenado con parte nítrica, que es el inmediatamente disponible”


Respecto al cereal que se sembró de forma más temprana, dentro de los plazos habituales, ya tuvieron su cobertera en enero, o incluso en febrero. Ahora es cuando debemos tener lista la segunda aportación, que complemente aquella.
A día de hoy nadie puede decir si habrá buena o mala cosecha; no hay nada ganado ni perdido. Por eso estamos en un contexto en el que debemos minimizar riesgos, compensar las condiciones climáticas con productos que ayuden al crecimiento de la planta.

Prisas en regadío

También estamos en un momento clave en regadío. La diferencia de este año respecto a otros está en la rapidez de la campaña de riego. El agricultor está nervioso porque sabe que una siembra temprana se suele ver recompensada con un aumento de los rendimientos. Esto siempre se remarca respecto a la remolacha, pero el agricultor es consciente de que resulta aplicable respecto a la práctica totalidad de cultivos.

Está muy presente el recuerdo del año pasado, con un mes de marzo en el que cayeron en torno a 300 litros por metro cuadrado, más otros 150 en abril. Por eso hay tantos esperando a que caiga algo de agua para empezar a sembrar. Pero a todos ellos hay que recordarles que hay otro factor sin el que no pueden esperar una buena producción y una buena rentabilidad: un buen diseño del abonado de fondo. Hay mucho por decidir.


“En Castilla y León hay agricultores muy duchos en las labores, en las siembras, pero que no dedican tiempo a planificar el abonado”


Un agricultor altamente profesional, como el que hay en regadío, que se juega mucho dinero en inversiones, se merece disponer de un tiempo para planificar. De este modo, deberá decidir cuál es el abono más adecuado en función de las características de su suelo, del historial de la parcela, del cultivo que va a sembrar y de su expectativa de producción.

Por eso no debe conformarse con lo primero que le ofrece el almacén al que se dirige: debe formarse su propio criterio a partir de su experiencia, de los análisis de suelo realizados y, por qué no, de la consulta al técnico correspondiente. Y es que llama la atención que en la comunidad hay agricultores muy duchos en las labores de suelo, en las siembras, pero después no dedican el tiempo necesario a planificar el abonado; no invierten tiempo en ver si disponen de más opciones.

No es posible que grandísimos profesionales aún tengan dudas sobre las diferencias entre un tipo de abono y otro; que no inviertan algo de tiempo en analizar si disponen de más opciones. Por eso vemos que la fertilización en Castilla y León es francamente mejorable.

Las heladas

El suelo está en buen estado para sembrar ya. Los que no lo han hecho aún, en parte es porque se están sujetando porque el cultivo puede nacer y helarse cuando es muy pequeño. Hay que recordar que el riesgo de helada no se puede descartar hasta principios de mayo. Ese agricultor es consciente de que conviene abonar unos quince días antes de la siembra, para que ese fertilizante esté disuelto y disponible cuando la semilla quiera germinar.

¿Abonar las leguminosas?

A pesar de los tópicos sobre estos cultivos, las legumbres deberían abonarse siempre, ya que las plantas tienen un importante requerimiento de macro y microelementos. Ciertos minerales favorecen la floración y el cuajado, lo que será clave para obtener una mayor producción, y merece la pena recordar que el cultivo sobre una leguminosa puede dar más de un 10% adicional, con una mejor gestión de los fertilizantes en ese segundo año. También es bien sabido que, si estuvieran bien pagadas, habría más leguminosas en Castilla y León.

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