Son diferentes los cultivos que se pueden abrir un hueco en las rotaciones gracias la política de hallar alternativas con bajas emisiones de carbono a los aceites fósiles.
Uno de ellos es la ‘brassica carinata’, un cultivo similar a la colza que se puede sembrar en regadío pero que también ofrece producciones importantes en los secanos más frescos.
El cultivo se halla en fase de experimentación y puede tener un papel importante en el combate contra el cambio climático, además de ofrecer otras ventajas medioambientales.
La compañía Nuseed ha realizado este año pruebas con diferentes agricultores de Andalucía, Castilla y León y Castilla-La Mancha. Tiene previsto continuar su análisis en estas zonas y ampliarlo a otras, como Galicia y Extremadura.
“El cultivo de Nuseed Carinata es muy similar al cultivo de colza y utiliza el mismo equipo e insumos. Los productores mantendrán registros de campo detallados y el contrato recompensará las prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan aún más las emisiones de carbono, como la baja labranza y el uso más reducido de fertilizantes”, señalan desde la empresa, perteneciente a Nufarm.
La carinata ayuda a reducir las emisiones de carbono de múltiples formas. Al reemplazar los aceites fósiles reduce las emisiones y como cultivo de cobertura reduce la pérdida de carbono del suelo entre las rotaciones de cultivos. Además, elimina el carbono del aire a medida que crece y lo devuelve al suelo a través de sus raíces.
Por otra parte, debido a que es un reemplazo directo de los petróleos fósiles, no requiere modernización ni reemplazo de flotas de aviones, trenes, buques de carga y camiones necesarios para la economía, “lo que lo convierte en una solución inmediata de reducción de carbono para sectores difíciles de reducir o electrificar”, apuntan desde la compañía.
La carinata de Nuseed es un “cultivo de cobertura” resiliente que se puede cultivar entre las rotaciones de cultivos principales cuando el suelo suele estar expuesto a la erosión y la pérdida de carbono. Mientras crece, secuestra carbono, lo elimina del aire y lo restaura a través de su extenso sistema de raíces para mejorar la salud del suelo.
Junto con su abundante cubierta vegetal, ayuda a retener la humedad, los nutrientes y a suprimir las malas hierbas. La semilla se cosecha y se procesa para obtener una materia prima con bajo contenido de carbono que puede reemplazar los aceites fósiles y reducir las emisiones.
En el momento de la cosecha, el rastrojo y la paja se dejan en el campo para obtener biomasa adicional, y el coproducto resultante del procesamiento del aceite es una harina rica en proteínas para la alimentación del ganado.
Beneficios para el agricultor
Las posibles ventajas agronómicas para el agricultor incluyen la rotación de cultivos, la biodiversidad, la retención de humedad y nutrientes, la descompactación del suelo, el aumento del carbono del suelo y la biomasa orgánica para mejorar la salud del suelo, además de la supresión de malas hierbas.
“Los productores de carinata pueden aumentar sus ingresos produciendo un cultivo por contrato al mismo tiempo que mejoran su suelo, empleando los mismos equipos que ya poseen y sin abandonar los cultivos que ya conocen”, destacan desde Nuseed.
Una apuesta por la I+D
Nuseed es una empresa internacional con operaciones comerciales y de investigación en Australia, Europa, América del Norte y América del Sur. Nuseed nació en Australia en 2006 y es propiedad total de Nufarm.
“La I+D de Nuseed Global se centra en mejorar las características agronómicas de las plantas que benefician a los productores y las características de uso final que benefician a los consumidores. Los equipos de Nuseed trabajan para construir cadenas de valor sólidas que creen oportunidades únicas al conectar a los productores y socios de la industria para suministrar a los clientes finales nuevas soluciones basadas en plantas”, señalan desde la compañía.
