La Confederación Hidrográfica del Duero ha organizado en León una jornada formativa dirigida a usuarios -municipios y regantes- de las riberas de los ríos Porma y Esla, para lograr una gestión más eficaz y responsable del agua en coyunturas de sequía como la actual, a partir de la adopción de medidas concretas como la modernización de regadíos, la planificación de cultivos y la puesta en marcha de contadores.
La jornada, desarrollada en horario de mañana y tarde en las localidades de Vegas del Condado y Valdepolo, ha comenzado con una ponencia del comisario de aguas, Ángel González, que abordado cuestiones relacionadas con el dominio público hidráulico, los caudales ecológicos mínimos y los derechos del agua establecidos en el Plan Hidrológico.
En su intervención, González ha explicado cuáles son las exigencias de caudales mínimos derivada de la planificación hidrológica actual, y ha señalado que, en situaciones de escasez, “resulta más eficaz la coordinación entre regantes a través de los sindicatos centrales y comunidades para el reparto de agua que otras medidas punitivas que pueda tomar la Administración”.
Turnos de riego
Además, ha precisado que con un menor volumen de agua disponible como ha ocurrido este último año, “la suma de medidas como la modernización del regadío, la planificación anual de cultivos, el establecimiento de turnos de riego y la puesta en marcha de contadores como elementos de control contribuyen a armonizar los usos con los caudales ambientales”.
La jornada ha continuado con una ponencia sobre la importancia de las comunidades de regantes como fórmula útil para la gestión del regadío, también en zonas como esta donde se irriga por sistemas tradicionales, impartida por Concha Valcárcel, jefa del Área de Usuarios de la CHD.
Por su parte, José María Rubio, del Área de Gestión del Dominio Público Hidráulico, y Alberto Cabrero, técnico de la oficina destacada en León, han centrado su intervención en los elementos de control, como son la red de aforos, que permite conocer en tiempo real la circulación de caudales por un río, y los contadores individuales como dispositivo que facilita datos veraces sobre el consumo de agua para riego en una determinada parcela, cuya utilización es cada vez más frecuente.
Incidencias de la pasada campaña
También han intervenido el guarda mayor, Eleuterio Lozano, y los agentes medioambientales León Aller, Jesús Calleja y Elena Pozo, quienes han relatado cómo las principales incidencias de la pasada campaña de riego han estado relacionadas con el cumplimiento de los turnos de riego establecidos por el organismo, la medición de los caudales derivados desde las presas y la vigilancia de los caudales mínimos por el río, y han calificado su desarrollo de “relativamente normal”.
Con las aguas del río Porma se riega -mayoritariamente por gravedad- una superficie aproximada de 6.000 hectáreas de pequeñas parcelas, dedicadas al cultivo de cereales de invierno, maíz, pastizales y algunas hortalizas. Además, se riegan más de 17.000 hectáreas a través de canales del Estado, situadas aguas abajo de este punto.
