spot_img

La publicación agraria líder

martes, abril 23, 2024
spot_img
InicioSanidad VegetalMuy atentos al gusano de alambre

Muy atentos al gusano de alambre

Una de las plagas que preocupan a los agricultores de la patata es la del ‘alfilerillo’ o gusano de alambre, cuya presencia puede suponer una merma en la producción, pero sobre todo en la calidad del tubérculo. Es más probable detectar su presencia en suelos más ligeros, regadíos y secanos húmedos.

La amenaza es más seria en las variedades de media estación y tardías, como apunta Jesús Román, de Massó, para quien las patatas con penetración de alfilerillo “son desechadas” por el mercado.

Por su parte Eleuterio Málaga, de Syngenta, destaca que el alfilerillo puede afectar a la producción “sobre todo en los ataques tempranos, como en el inicio de la tuberización”. En cuanto a la calidad, “se verá muy afectada si el ataque se produce a finales del cultivo”. También destaca que este gusano está presente en un número importante de hectáreas de cereal.

Rotaciones

La Guía de la Gestión Integrada de Plagas del ministerio recomienda que no se siembre en fincas donde haya habido pradera o cultivos permanentes de alfalfa o cereal. En praderas fuertemente infestadas recomienda sanear el suelo durante tres años con labores que permitan airearlo, introduciendo maíz o remolacha.

También desde Syngenta se recomienda realizar una rotación adecuada, “que en Castilla y León puede incluir la colza por el efecto fumigante de sus restos vegetales”. También las leguminosas, pues son cultivos donde el daño es menor, como recalca Eleuterio Málaga.

Al mismo tiempo, Jesús Román recomienda rotar “con cualquier cultivo que no sean tubérculos, incluidos barbechos, trigo, brassicas… Sobre todo, no repetir patata en un plazo mínimo de tres o cuatro años”.

En cuanto a labores y prácticas culturales, el responsable de Syngenta recomienda realizar “labores en profundidad, como las vertederas”, mientras Jesús Román apunta al volteo de la tierra, “con dos pases de cultivador en los barbechos durante el verano, de modo que los gusanos queden expuestos al sol y mueran”. También recomienda mantener los barbechos limpios, sin vegetación.

Tratamientos

Desde el ministerio se recomienda aplicar insecticidas en el suelo en el momento de la siembra si se ha superado el umbral de las 20-40 larvas por metro cuadrado. Málaga lamenta que en la situación actual de registro, después de la caída de Tiametoxam, Imidacloprid y los organofosforados, “tenemos pocas herramientas para combatir el gusano de alambre, salvo las desinfecciones de suelo a base de Metam sodio”.

Jesús Román recomienda verificar poblaciones, “ya que un tubérculo afectado en un 2% ya entra en categoría de descalificación para el mercado”. En caso de no llegar a estos niveles podremos realizar tratamientos buscando el producto que ofrezca el mayor tiempo de actividad, “ya que el agriotes actúa durante todo el ciclo del cultivo, desde la semilla hasta la producción final”.

Si tenemos en cuenta que la patata afectada no es comercializable y, por tanto, es una merma de producción neta a cobrar por parte del agricultor, el problema es serio. Conviene saber que el gusano de alambre ataca a los tubérculos cuando ya están formados y que los tratamientos en estas fases de desarrollo de cultivo son ineficaces, ya que no llegamos a la plaga objetivo.

Un cultivo sensible

Para Emilio del Campo, de BASF, la patata es un cultivo muy sensible a los ataques de gusano de alambre. “Los rendimientos no se ven afectados por la plaga, pero los daños principales derivan de la calidad, llegando en casos extremos a depreciarse de tal manera la cosecha que su destino final es el consumo animal, ocasionando importantes pérdidas económicas al productor”, señala.

Las larvas de alfilerillo prefieren los suelos húmedos y su actividad aumenta con temperaturas elevadas. De forma especial en fincas que salen de barbecho, en las que la rotación es cereal sobre cereal o tienen un cultivo implantado durante varios años.

En su opinión la rotación ideal sería poner patata después de un cultivo donde las labores se hayan realizado en los meses de mayo y junio, coincidiendo con la puesta del insecto adulto. Así se destruye parte de los huevos y larvas jóvenes, más sensibles a la desecación por efecto del aire y el sol. Otra buena rotación sería posteriormente a una leguminosa enterrada como abono verde.

Por eso, además de no repetir en la misma finca patata sobre patata, lo más sensato es evitar el cultivo en fincas donde haya habido cultivos permanentes como alfalfa, o cereal durante varios años consecutivos.

Desde el punto de vista de los tratamientos, una de las opciones más utilizadas en el control de alfilerillo es el uso de insecticidas de suelo en el momento de la plantación, normalmente granulados o microgranulados, que se aplican localizados junto a la simiente cuando se forma el surco.

Después de la pérdida de registro en 2018 de varias sustancias activas para el control de esta plaga, incluidos los neonicotinoides, “solamente quedan registrados productos fitosanitarios granulados que contengan en su formulación Lamda Cihalotrin, Etoprofos y Clorpirifos, con los que se controla el gusano de alambre de manera correcta, aunque no siempre al 100%”, recalca Del Campo.

Foto: Sandra Hernando (Arlanza Sociedad Cooperativa).
NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img