Trigo de media fuerza
En regadío, uno de los cultivos por los que se han inclinado “gracias al departamento técnico de la cooperativa” es el trigo de media fuerza, del que obtienen entre 6.000 y 8.000 kilos por hectárea. Ese respaldo técnico es el mejor complemento a la experiencia acumulada durante muchos años dedicados a la agricultura. “La política de cultivos de ACOR es correcta y rentable, y te da el precio a seis meses”. Y es que una de las ventajas de ser socio “es que te da el precio del trigo ya en época de siembra, de modo que puedes planificar perfectamente tu sementera. Para la colza, te da el precio en torno a enero”.
El departamento técnico realiza un completo seguimiento de los cultivos. En el caso del trigo, “te venden la semilla, comprueban la implantación, vigilan la presencia de malas hierbas o enfermedades fúngicas y asisten en la recolección”.
Todo ello, acompañado de un completo cuaderno de campo que hoy se ha generalizado, pero que en el caso de ACOR se rellena desde hace muchos años, de modo que su exigencia de calidad “se adelantó varios años a la normativa”.
Apoyo financiero
Diego Hernández destaca las facilidades que da ACOR para comprar la semilla. Por ejemplo, “no te la cobra en el momento y se la pagas al finalizar la campaña”. Otra ventaja es que ACOR “adelanta al agricultor, en el momento que desee, el 20% del precio de la producción, lo que viene muy bien para financiarte en ciertos momentos”. Por eso “ser socio de ACOR me beneficia técnica y financieramente”.
Su defensa de la cooperativa le lleva a defender “que resulta muy fiable para el socio, pero también para el que no lo es”. Por eso aconseja a los amigos que pongan colza y se la vendan a la cooperativa, que les ofrece un acuerdo a la hora de sembrar. “Un amigo de La Cistérniga ha puesto este año diez hectáreas para vender a ACOR, pero está muy satisfecho y el año que viene le venderá más”.
Así las cosas, no le queda más remedio que mostrarse “orgulloso” de formar parte de una sociedad “que ha jugado un papel fundamental para el conjunto de la agricultura”. “Cuando cayó el sector de la remolacha, la cooperativa permaneció en su sitio; aguantó y realizó una labor muy seria en favor de la diversificación de cultivos, con numerosísimas charlas por los pueblos y un trabajo divulgativo impagable”.
Para este agricultor de Villarmentero de Esgueva, “es cierto ese tópico según el cual ACOR construyó en Olmedo la planta de biodiésel, cuando podía haberla situado en un puerto de mar, con lo que habría obtenido la materia prima de forma más sencilla”. “Pero la puso en la meseta para beneficiar al agricultor, y hay que agradecérselo”, recalca.