Ha sido 2020 un bueno año, con rendimientos que pueden superar las 106 toneladas de remolacha tipo por hectárea, Un gran año agrícola para nuestro cultivo. Toda nuestra actividad se ha visto marcada por la pandemia. Desde la primera vez que se declaró el estado de alarma hasta el día de hoy, en todos los ámbitos: desde los trabajos en el campo, la recepción de remolacha, los protocolos de protección a los trabajadores a la disminución de las ventas.
Estimamos que en los últimos cuatro meses del anterior ejercicio, el impacto del virus ha supuesto una disminución de entre el 10 y el 15% de las ventas de azúcar, lo que ha implicado una reducción de la facturación de entre 3,8 y 5,8 millones. Debemos destacar que el estado de alarma supuso el reconocimiento de nuestra actividad como un sector esencial, algo fundamental que la sociedad debe tener presente: la agricultura, además de ser una profesión maravillosa, se encarga de algo tan trascendental como es la producción de alimentos.
Somos optimistas. La implantación generalizada de la vacuna a lo largo del próximo año debe traernos una recuperación de la actividad económica. Y estamos muy esperanzados con el cultivo de remolacha.
Hemos puesto en marcha un proyecto global, denominado Remolacha 5G y los socios van a disponer en esta próxima campaña de siembra de una ayuda de 180 euros por hectárea para la compra de la semilla, lo que se une a la posibilidad de acogerse a un descuento fijo en sus entregas de remolacha y el compromiso de mantener unos ingresos mínimos de 42 euros por tonelada hasta 2027.
Balance 2020, Justino Medrano (Presidente de ACOR)
