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jueves, marzo 28, 2024
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Una inversión de 3,5 millones para modernizar 207 hectáreas de regadío en la zona de Becerril del Carpio (Palencia)

Se estiman ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25 %

La consejera de Agricultura y Ganadería, Milagros Marcos, ha participado este viernes en la firma de un convenio con el presidente de la Comunidad de Regantes de la Huelga y Vega de Becerril del Carpio (Palencia), Jesús José Martín, que permitirá la realización de las obras de modernización y consolidación de los regadíos de esta zona.

Este acuerdo, para el que se van a destinar 3.551.343 euros, permitirá modernizar y crear las infraestructuras rurales de 207 hectáreas de regadío de la zona de concentración parcelaria de Becerril del Carpio II, que abarca un total de 1.792 hectáreas.

Las obras van a servir para construir una toma de agua y de filtrado del río Pisuerga, una estación de bombeo, una balsa de regulación y una red de distribución de riego compuesta por 8,9 kilómetros de tubería y 38 hidrantes. Además, se implantará el sistema automatizado de control de suministro de agua y de la estación de bombeo. Esto supone la instalación de un parque de placas solares que permitirá el riego a la demanda alimentando el bombeo con cero consumo energético tradicional, lo que implicará un ahorro anual de 250 euros por hectárea.

El convenio firmado por la Consejería de Agricultura y Ganadería y la Comunidad de Regantes de la Huelga y Vega de Becerril del Carpio permitirá el desarrollo de una red de 33 kilómetros de caminos, una red de desagües y saneamiento de 23 kilómetros y la eliminación de las acequias de riego. También se incluye en este acuerdo la restauración del medio natural de 5,65 hectáreas de la zona.

Las 207 hectáreas que van a ser objeto de modernización se ubican en el término municipal de Alar del Rey (Palencia) y forman parte de la concentración parcelaria de la zona de Becerril del Carpio II.

La superficie concentrada, 1.792 hectáreas, pertenece a 126 propietarios que han pasado de tener unas fincas con un tamaño medio de 1,4 hectáreas a disponer de terrenos con 3,6 hectáreas de media. La intervención ha permitido pasar de 1.269 parcelas a 341 fincas de reemplazo. Los principales cultivos que se producen en esta zona son cereal, alfalfa y forrajes y patata.

Optimización del uso del agua

Recuerdan desde la Consejería que la realización de estas obras permitirá que las explotaciones agrarias sean competitivas en sus producciones mediante la diversificación de los cultivos y el incremento de las producciones. Además, este tipo de actuaciones permite mejorar la calidad de vida de los agricultores de la zona.

Entre los principales beneficios que conllevan la modernización del regadío de una zona está la optimización del uso del agua, permitiendo hacer frente con mayores garantías a las circunstancias de escasez de recursos disponibles. Se estiman ahorros medios en el uso de recursos de entre un 20 y un 25%.


Tanto la modernización como la concentración parcelaria suponen una reducción entre el 25% y 30% emisiones de CO2


La modernización contribuye activamente a la regeneración en el campo, ya que las incorporaciones de jóvenes en las zonas modernizadas son un 80% superiores que las que se producen en las zonas sin modernizar.

El regadío modernizado permite diversificar las alternativas de cultivo, principalmente porque pueden realizarse otros cultivos más asociados a la transformación agroindustrial. Esta posibilidad de adaptación de las producciones a las necesidades del mercado permite mejorar y garantizar la competitividad de las explotaciones agrícolas.

Es fundamental la contribución del regadío a la mejora de las condiciones ambientales del medio rural, ya que, además del ahorro de agua, las infraestructuras de riego modernizadas permiten una reducción de la contaminación difusa que puede cifrarse, por ejemplo, en una reducción del abonado nitrogenado de entre un 25 y un 30 %, que además de ser un ahorro de costes importante, reduce la carga contaminante que llega a las masas de agua. Además, tanto la modernización como la concentración parcelaria suponen una reducción entre el 25% y 30% emisiones de CO2.

Por estos motivos, la modernización de los regadíos se configura como una de las medidas imprescindibles para el desarrollo rural, no solo porque permite garantizar la viabilidad de las explotaciones para el futuro, sino porque además tiene un efecto de interacción con otras actividades, como la industria agroalimentaria, lo que permite generar empleo y actividad económica y fijar población en estos entornos.

Los beneficios de la modernización del regadío convierten estas obras en las actuaciones prioritarias incluidas en el mapa de infraestructuras de Castilla y León, que contempla la modernización de 40.000 hectáreas de regadíos tradicionales, a las que se van a destinar inversiones cercanas a los 300 millones de euros.

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