Todavía se puede contratar la póliza para los cereales y la uva de vinificación. En forrajes se abre el plazo hoy y cubre la sequía, con los rendimientos diferenciados en ocho comarcas
No hay ninguna duda. La experiencia y los números así lo atestiguan. El seguro agrario es elemental para que ganadero y agricultor mantengan a salvo la rentabilidad de la explotación un año detrás de otro. Sequías, lluvias excesivas, tormentas, heladas, daños producidos por animales… son muchas las incidencias que pueden dar al traste la campaña incluso cuando, aparentemente, todo va bien. Para mitigar esos problemas está siempre el seguro.
A fecha de hoy se encuentran en pleno proceso de contratación las dos principales líneas de Castilla y León: Herbáceos extensivos y Uva de vinificación.
La contratación de colza, lino semilla y camelina -dentro de la línea 309 (herbáceos extensivos)- acabó ya el pasado 31 de octubre, contando con una bonificación adicional del 5%, que ha tenido una acogida superior al año pasado, según reseña el director territorial de Agroseguro en Castilla, José Ignacio García.
El resto de la línea de herbáceos (cereales de invierno, leguminosas, resto de oleaginosas, etc.) sigue en contratación hasta el 20 de diciembre, con la bonificación adicional del 5% sobre la prima comercial si hubiera contratado antes del 15 de noviembre. Respecto a la Uva de vinificación, el periodo de contratación está también abierto hasta el 20 de diciembre.
“A la contratación de estas líneas principales les queda todavía mucho recorrido y tendremos que ver como terminan, pero a fecha de hoy el primer grupo de oleaginosas se ha cerrado con un incremento importante con respecto al año pasado y los herbáceos a la misma fecha que el año pasado tenemos contratado el doble”, destaca García.
Esta tendencia esta menos acusada en la línea de uva, pero muestra también una leve tendencia al alza. Las cifras de contratación avalan que el agricultor castellanoleonés es consciente de que el seguro es hoy por hoy vital en sus explotaciones.
Otra de las líneas importantes dentro de la comunidad autónoma es la de Cultivos Forrajeros, que comenzó su contratación a mediados de noviembre, y cuenta con una novedad importante en este plan 2020: cubre la sequía en parcelas de secano en ocho comarcas de Castilla y León, con rendimientos asignados por el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación.
Estas comarcas son: Merindades y Pisuerga en la provincia de Burgos, Esla-Campos y Sahagún en León, El Cerrato y Campos en Palencia, Tierra de Campos y Centro en Valladolid y Benavente y los Valles y Campos-Pan en Zamora.
La línea de frutales, con mucha importancia sobre todo en el Bierzo (León) comenzó este lunes, 1 de diciembre.
Pedrisco y lluvia
El año 2020 (hasta hace un mes), sin ser un ejercicio con mucha siniestralidad, alcanza cerca de 250.000 hectáreas siniestradas, principalmente de pedrisco y lluvias persistentes. De esta superficie, cerca de 200.000 hectáreas corresponden únicamente a la línea de cultivos Herbáceos.
En cuanto a número de siniestros, en la rama agrícola rondan los 15.000 partes, y si hablamos de indemnizaciones nos acercaremos a los 41 millones de euros.
Cuando analizamos las cifras de siniestralidad en lo que va de años y recordamos las de campañas pasados, como la sequía del 2017, que dejó 160 millones de euros en indemnizaciones solo en herbáceos en Castilla y León, o los pedriscos del año 2018 “vemos la necesidad de contratar un seguro como herramienta en la gestión de riesgos en la empresa agraria. Cada vez hay más fenómenos meteorológicos adversos, las sequías son cíclicas… y es mejor estar protegidos, sin duda”, enfatiza José Ignacio García. Este es también el convencimiento que se ha asentado entre los profesionales del campo, como demuestra el aseguramiento.
