spot_img

La publicación agraria líder

viernes, marzo 29, 2024
spot_img
InicioViñedoUn viñedo sano y con más producción que el año pasado

Un viñedo sano y con más producción que el año pasado

Tomás Jurío. Ingeniero agrónomo y enólogo. Director gerente de Bodegas Museum

Irremediablemente, la vendimia va acercándose sin prisa pero sin pausa. Si algo tiene de atractivo la viticultura es que no hay dos campañas iguales, y esta que nos ocupa no está siendo fácil.

La campaña de hace dos años se caracterizó por una sequía estival y una producción más alta de lo normal con una sanidad óptima; la del año pasado por una fuerte helada primaveral (más en unas zonas que en otras) y un año muy escaso de precipitaciones con una sequía estival también exagerada con una producción muy por debajo de lo normal; sin embargo, esta que nos ocupa nos ha sorprendido a todos.

En Castilla y León, cada DO y cada zona con IGP tiene sus características intrínsecas, suelos, variedades, densidades de plantación, técnicas culturales, etc. Sin embargo, el clima es bastante común y es quien condiciona el ciclo vegetativo de las vides.

Por ello es importante saber amoldarse y realizar las técnicas culturales apropiadas en función de dicho clima y de nuestros viñedos. Esto es algo que muy saben bien los ingenieros y viticultores de nuestra comunidad.

Hemos partido de un invierno seco donde nuestra gran preocupación era la brotación y posterior crecimiento de los pámpanos; sin embargo, a finales de febrero llegaron las lluvias y lo que en primer momento fue una bendición se convirtió en un problema para controlar la vegetación, el estado sanitario y las malas hierbas en el viñedo.

También hicieron su presencia localmente las heladas primaverales y el granizo. Todo ello, acompañado de una temperatura y una humedad relativa del aire adecuadas, ha provocado unas condiciones propicias para el desarrollo de tres hongos principalmente: oídio, mildiu y botrytis.

Esto ha propiciado que estuviéramos más atentos al viñedo, pero sobre todo ha supuesto un coste económico más elevado como consecuencia del mayor manejo de vegetación que hemos tenido que realizar y los tratamientos fitosanitarios necesarios que ha habido que aplicar para el control de los diversos hongos.

Además las lluvias incesantes impedían entrar a los viñedos, sobre todo los de suelos más arcillosos.


Los viticultores deben estar vigilantes, realizando deshojes donde haya carga y ventilando, para evitar la podredumbre del racimo


Considerando algunos índices climáticos como el de Winkler o grados días acumulados, las horas de sol o la radiación solar, tomados de nuestra estación agroclimática propia ubicada en Cigales, nos encontramos a 1 de septiembre que los grados día acumulados son 1.114 frente a los 1.388 del año pasado en la misma fecha, 1.885 horas de sol frente a las 2.087 horas de sol de la campaña pasada y de 41.189 W/m2 de radiación solar media frente a los 42.366 W/m2 del año anterior.

El año pasado los 1.114 ºC día se alcanzaron el 7 de agosto, es decir, 26 días antes. Además, respecto a la campaña pasada las temperaturas han sido más frescas y las humedades relativas diarias más altas, lo que acompañado de las precipitaciones ha provocado que la humedad foliar sea más alta, provocando un microclima junto a los racimos muy proclive para la inoculación y desarrollo de los diversos hongos.

Agosto sin agua

Sin embargo, la precipitación en agosto ha sido nula, lo que ha ayudado a la sanidad de los racimos. Como dato también curioso la parada vegetativa a esa fecha de 1 de septiembre, en bastantes viñedos, no había tenido lugar.

Con todos estos condicionantes, de forma general y considerando que se han realizado las prácticas y tratamientos adecuados a cada viñedo, nos encontramos con que el estado de nuestros majuelos a primeros de septiembre tiene las siguientes características:

  • Viñedo sano y con más producción que el año anterior.
  • Viñedo con mucha hoja, lo que conllevará una maduración correcta.
  • Viñedo con un retraso en la maduración respecto al año pasado de entre 15 y 25 días según zonas, variedades y suelos.
  • Estado hídrico adecuado en suelos arcillosos, pero escaso en suelos con más contenido en arenas, por lo que no estaría de más un aporte hídrico moderado mediante riego que ayudaría a la maduración.
  • Mención aparte son los viñedos apedreados, en los que la maduración de los racimos no es tan homogénea y les cuesta más tiempo enverar. En este sentido los enólogos deberán determinar muy bien la fecha de vendimia y controlar que la botrytis cinerea no está presente como consecuencia de las heridas provocadas por la piedra.

Con esta situación, y sin conocer el tiempo que nos depara de aquí a la vendimia, los viticultores deben estar vigilantes, sobre todo controlando la sanidad de las uvas, realizando deshojes donde haya carga y ventilando los racimos, para evitar en la medida de lo posible la podredumbre del racimo, ya que la vendimia para tintos se realizará en octubre y es posible que vengan lluvias.

Foto: Vista de las dos caras de un racimo afectado por el pedrisco. A la izquierda, el lado que recibió los impactos. Fotografía, Tomás Jurío.
NOTICIAS RELACIONADAS
spot_img
spot_img
spot_img
spot_img